La joven Dra. Alejandra Guzmán, destacada académica del Departamento de Ciencias Básicas de la Facultad de Medicina UCSC, ha sido galardonada con el prestigioso Premio Harold Kalant por su innovadora investigación en el campo de la neurociencia. Su estudio, titulado «El envejecimiento está asociado a una reducción de los receptores de glicina en el núcleo accumbens y a una disminución de la preferencia por etanol en ratones», ha abierto nuevas puertas en la comprensión de los mecanismos cerebrales que subyacen al envejecimiento y al consumo de alcohol.
En su investigación, la Dra. Guzmán y su equipo descubrieron que a medida que envejecemos, se produce una disminución en la cantidad de receptores de glicina en el núcleo accumbens, una región del cerebro fundamental para el procesamiento de la recompensa. Este hallazgo sugiere una posible conexión entre los cambios neurobiológicos asociados al envejecimiento y las alteraciones en el consumo de alcohol.
«Nuestros resultados son muy prometedores», afirmó la Dra. Guzmán. «Al comprender mejor cómo el envejecimiento afecta al cerebro, podemos desarrollar nuevas estrategias para prevenir y tratar trastornos relacionados con el consumo de alcohol y otras enfermedades neurodegenerativas».
Un reconocimiento a la excelencia científica
El Premio Harold Kalant, otorgado por la Sociedad Latinoamericana de Investigación Biomédica en Alcoholismo (LASBRA), reconoce la excelencia en la investigación sobre el alcoholismo y sus consecuencias. La Dra. Guzmán se suma a una lista de destacados científicos que han recibido este prestigioso galardón.
«Este premio es un gran honor y un estímulo para continuar trabajando en esta línea de investigación», expresó la académica. «Me siento muy agradecida por el apoyo de mi equipo y de la UCSC».
Implicaciones para la salud pública
Los hallazgos de la Dra. Guzmán tienen importantes implicaciones para la salud pública, ya que el envejecimiento de la población es una tendencia global y el consumo de alcohol es un problema de salud pública en muchos países. Al comprender mejor los mecanismos neurobiológicos que subyacen a estas problemáticas, se pueden desarrollar nuevas terapias y estrategias de prevención.
«Esta investigación es un paso importante hacia una mejor comprensión de los cambios cerebrales asociados al envejecimiento y al consumo de alcohol», concluyó la Dra. Guzmán. «Esperamos que nuestros resultados inspiren a otros investigadores a continuar explorando este fascinante campo».