Tras dos años de arduo servicio en la Tercera Zona Naval de Punta Arenas, el imponente remolcador ATF-66 Galvarino ha zarpado rumbo a su nuevo destino: la histórica Base Naval de Talcahuano. En este nuevo ciclo de operaciones, el «fuerte como un roble» -apodo que hace honor a su nombre en mapudungún- se integrará a las filas de la base, aportando su invaluable capacidad y experiencia para reforzar las labores marítimas y de apoyo logístico en la zona.
Un Pilar Fundamental en Punta Arenas:
Durante su estadía en Punta Arenas, el Galvarino se convirtió en un pilar fundamental para las operaciones navales en la región. Su desempeño ejemplar lo llevó a ser partícipe de diversas misiones cruciales, incluyendo:
- Labores de rescate y salvataje: Brindando asistencia oportuna en situaciones de emergencia en alta mar, salvaguardando la vida de los navegantes y protegiendo las embarcaciones.
- Sostenimiento a las instalaciones antárticas: Sirviendo como un puente vital entre el continente y las bases chilenas en la Antártida, transportando suministros y personal esenciales para el desarrollo de la investigación científica y la presencia nacional en el continente blanco.
- Búsqueda, patrullaje, vigilancia y control oceánico: Contribuyendo a la seguridad marítima en la zona, velando por la protección de los recursos naturales y el cumplimiento de las normas internacionales.
- Mantenimiento de la señalización marítima: Garantizando la navegación segura y eficiente en las rutas marítimas, asegurando la correcta ubicación de las boyas y faros.
- Apoyo logístico a zonas aisladas: Llegando a lugares de difícil acceso para entregar provisiones y asistencia a las comunidades costeras, demostrando su compromiso con el bienestar de la población.
Un Nuevo Capítulo en Talcahuano:
Con su llegada a Talcahuano, el Galvarino se prepara para enfrentar nuevos desafíos y aportar su experiencia en las operaciones navales de la zona centro del país. Su incorporación a la base naval representa un refuerzo significativo para las capacidades logísticas y de apoyo en la región, permitiendo abordar de manera más eficiente las diversas tareas que se presenten.
Un Buque con Historia:
El ATF-66 Galvarino, construido en 1974 en los astilleros noruegos Aukra Bruk A/S, ha navegado por los mares del mundo desde su botadura inicial bajo el nombre de «Maersk Traveller». En 1987, fue adquirido por la Armada de Chile y rebautizado en honor al guerrero mapuche Galvarino, símbolo de fortaleza y resistencia. Desde entonces, ha prestado un servicio ininterrumpido a la nación, dejando una huella imborrable en la historia marítima del país.
Características Técnicas:
- Eslora: 58,3 metros
- Manga: 12,2 metros
- Calado: 5,6 metros
- Desplazamiento: 1.800 toneladas
- Potencia de maquinaria: 5.300 hp
- Velocidad máxima: 12,2 nudos
Un Futuro Brillante:
La llegada del ATF-66 Galvarino a la Base Naval de Talcahuano marca el inicio de un nuevo capítulo en su gloriosa trayectoria. Con su espíritu inquebrantable y su capacidad excepcional, el «fuerte como un roble» seguirá surcando los mares, dejando su huella imborrable en la defensa y el desarrollo de Chile.