Una noticia que mezcla delito y teatro ha impactado a ambas orillas de la cordillera. La actriz y gestora cultural chilena Antonella Marín Quintero, de 35 años, fue detenida en Mar del Plata, Argentina, acusada de ser una «Viuda Negra» que drogaba y robaba a hombres que conocía a través de aplicaciones de citas.
Según reportó el medio local La Capital, la policía trasandina la capturó tras vincularla con al menos cinco robos. El modus operandi de Marín consistía en seducir a sus víctimas, concertar citas —generalmente en los domicilios de ellos—, y luego administrarles sustancias en sus bebidas o té para adormecerlos antes de sustraer sus bienes.
Un Robo Brutal y la Pista de las Redes Sociales
El caso de uno de los hombres afectados revela la brutalidad de los ataques: además de perder un notebook, dos iPhones, un reloj Rolex y varias joyas, la víctima sufrió arritmias y cayó sobre una estufa encendida, terminando con quemaduras en el cuerpo.
La captura de Marín fue posible gracias a un error de la acusada: la chilena estaba vendiendo algunos de los artículos robados a través de redes sociales. Policías de civil se hicieron pasar por compradores y concretaron una cita para el intercambio, momento en el que procedieron a su detención.
De la Gestión Cultural a la Crónica Policial
La identidad de la detenida ha causado revuelo, especialmente en Chile. Antonella Marín Quintero es conocida en la Región de Valparaíso como directora y gestora cultural. Es directora general de La Musa Estudio de Arte y ha estado involucrada en proyectos como Corazones Rojos Encuentro de Arte Feminista.
Marín ha dirigido al menos siete obras escénicas, enfocando su trabajo en la creación con perspectiva de género. Su detención en Argentina por graves delitos contrasta fuertemente con su perfil público como figura activa en el ambiente artístico y feminista.
SOJ
