La Municipalidad de Penco ha anunciado un ambicioso plan para revitalizar su legado industrial y cultural: el actual Museo Histórico de la comuna iniciará una profunda reconversión para convertirse en el futuro Museo de la Loza de Penco. Este proyecto busca inmortalizar la trayectoria de gigantes como Lozapenco, Fanaloza, Bone China y Sussex, cuyas producciones no solo definieron la identidad local, sino que también habitaron la vida cotidiana de millones de chilenos durante más de un siglo.
Para enriquecer la experiencia de los visitantes y fomentar el redescubrimiento de esta arraigada historia, el museo ampliará su horario de atención, incluyendo los fines de semana, y se articulará con una innovadora ruta gastronómica patrimonial.

Un Tesoro Cerámico: La Colección que Renace del Corazón de Penco
La iniciativa mantendrá la tradicional sección dedicada a la historia general de Penco, pero sumará un espacio exclusivo para la loza, que albergará una impresionante colección de 980 piezas. Estas obras, donadas íntegramente por vecinos y vecinas de la comuna, son un testimonio viviente del estrecho vínculo de la comunidad con una actividad productiva que generó empleo y sustento durante generaciones. La colección se exhibirá en rotaciones trimestrales, mostrando alrededor de 100 piezas en cada periodo, garantizando una exposición constante de la riqueza y diversidad de la producción local.
La historia de la loza en Penco es centenaria, remontándose a principios del siglo XX, cuando la industria ceramista encontró en la zona las condiciones ideales: abundancia de materias primas, mano de obra calificada y una tradición artesanal que supo abrazar las tecnologías de la época. Modelos icónicos como el emblemático «Plato Willow», con su distintivo diseño azul y blanco de inspiración oriental, trascendieron para convertirse en símbolos de identidad presentes en innumerables hogares chilenos, valorados por su resistencia y elegancia.
El Legado Vivo: Experiencias, Talleres y un Icono Gigante
Leonardo Gotelli, director del Museo de Penco, expresó su entusiasmo por esta nueva etapa: «Estamos muy contentos de poder abrir este museo los fines de semana, para que pueda llegar al público y hacer mucho más expedita la llegada de las personas, sobre todo de Penco, para que puedan ver la historia que ha traído la identidad que ha dado el Plato Willow, aunque la Loza comienza desde principios de los 1900. Plato Willow fue un ícono y estamos tratando de que Penco vuelva a sentir esto como propio, como esta identidad histórica de la Loza».
Gotelli adelantó futuras actividades: «Nosotros tenemos siempre una mirada abierta hacia la comunidad, haciendo diferentes tipos de talleres, pero en relación a lo que es la Loza, pretendemos a futuro tener talleres continuos sobre la estructura, cómo se formaba, cómo se producía esta Loza. Estamos intentando traer a las personas que trabajaron en Fanaloza y que ellos, de su experiencia, puedan enseñarnos a todos cómo era la vida y el trabajo en esta empresa».
El alcalde de Penco, Rodrigo Vera, destacó la magnitud de la transformación: «El Museo de la Historia de Penco va a tener un giro, va a complementar su parrilla y sus acciones con la incorporación de las lozas históricas de nuestra comuna, basada en el Plato Willow. De esta forma, complementamos el trabajo integral, estamos generando más de 980 piezas de muestra. Esto también va de la mano con talleres, capacitaciones y la ampliación de los horarios, que es fundamental».
Pero la joya de la corona de este proyecto será una adición monumental: «Los próximos días, para darle la identidad histórica que muchas familias llevan en su sangre, en la vida, en el día a día, en qué casa no hay un plato Willow, nosotros como muestra, como imagen corporativa de comuna, vamos a licitar la próxima semana un plato Willow con un radio de 3 metros en el frontis del museo», anunció el alcalde Vera. Esta imponente escultura busca transformarse en un ícono distintivo de la identidad local y un nuevo atractivo turístico, resonando con la rica historia detrás de cada pieza.
«Porque detrás de este plato hay una forma de vida, hay una cultura y hay una identidad patrimonial que nosotros hoy día a este museo, le damos un giro, pasando del museo histórico al museo histórico de la Loza de Penco, basada en lo que fue el plato Willow», afirmó el edil.
Este ambicioso plan se articula con una visión más amplia de desarrollo turístico y gastronómico para Penco, que complementa el borde costero y las actividades en polos como Playa Negra, Cerro Verde Bajo y el Barrio Chino de Lirquén. El municipio también está subsanando observaciones en un proyecto que supera los 2.000 millones de pesos para la nueva construcción del Fuerte La Planchada, todo con el fin de consolidar una identidad propia y una imagen de comuna cimentada en su rico patrimonio e historia.
SOJ