Pakistán autoriza a sus FF.AA. a tomar represalias contra India a la que acusa de atacar a civiles inocentes «desprovista de toda moralidad»

Con firmeza y enérgica respuesta a la incursión aérea perpetrada por la India en su territorio, el Comité de Seguridad Nacional (NSC) de Pakistán, bajo la presidencia del primer ministro Shehbaz Sharif, ha conferido plena autoridad a sus Fuerzas Armadas para tomar represalias.

Tras una reunión de emergencia convocada inmediatamente después de los ataques, la oficina del primer ministro emitió una declaración categórica, invocando el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. En este pronunciamiento, Pakistán subraya su derecho inalienable a responder en legítima defensa, reservándose la potestad de elegir el momento, el lugar y la forma que considere apropiados para vengar la pérdida de vidas civiles pakistaníes y la flagrante violación de su soberanía.

El NSC ha elevado un llamado urgente a la comunidad internacional, instándola a reconocer la gravedad de las acciones unilaterales e ilegales de la India y a responsabilizarla por sus evidentes transgresiones de las leyes y normas internacionales.

Según reportes del ejército pakistaní, los ataques aéreos indios de esta madrugada cobraron la vida de 26 civiles, impactando infraestructura en el este del país. El NSC ha calificado estos hechos como un «acto de guerra no provocado, cobarde e ilegal» por parte de la India.

Pakistán detalló que las ofensivas se dirigieron a objetivos en las áreas de Sialkot, Shakagarh, Muridke y Bahawalpur, en la provincia de Punjab, así como en Kotli y Muzaffarabad, en la región de Azad Jammu y Cachemira administrada por Islamabad. No obstante, Nueva Delhi sostiene que los ataques no apuntaron a objetivos civiles, económicos o militares, sino a infraestructuras supuestamente utilizadas por elementos terroristas.

La declaración oficial pakistaní también denuncia que «el acto de agresión de la India puso en grave peligro a aerolíneas comerciales de naciones hermanas del Golfo, amenazando la vida de miles de pasajeros a bordo. Adicionalmente, el Proyecto Hidroeléctrico Neelum-Jhelum fue atacado deliberadamente, en contravención de convenios internacionales.»

Enérgicamente, Pakistán rechazó las acusaciones indias sobre la existencia de campamentos terroristas en su territorio. «La dirigencia india, desprovista de toda moralidad, ha llegado al extremo de atacar a civiles inocentes para satisfacer sus delirios y objetivos políticos cortoplacistas. Atacar a su población inocente es intolerable e inaceptable para Pakistán. La India, desafiando toda lógica y cordura, ha encendido una vez más una conflagración en la región, y la responsabilidad de las consecuencias recaerá exclusivamente sobre la India», enfatizó el comunicado.

La tensión entre ambas naciones ha alcanzado un punto álgido sin precedentes en lo que va del siglo, después de que Nueva Delhi acusara a Islamabad de estar detrás del atentado del 22 de abril en Pahalgam, en la Cachemira india, donde perdieron la vida 26 civiles, en su mayoría turistas indios.

SOJ