La soledad no deseada no puede seguir siendo noticia y es por eso que debemos asumir el desafío de ir al encuentro con el otro en especial de nuestros mayores.
Sorprende que cada cierto tiempo encontramos personas mayores fallecidas en Soledad. Ya no es un tema solo de películas que afecte a países del viejo continente o que ocurra lejos de nuestra realidad chilena. En efecto, una de las situaciones que está siendo cada vez más visible, es que las personas mayores se están quedando solas, no solo porque hay un culto a la indiferencia que incluye el envejecimiento, sino también porque cada vez hay muchos más mayores y pocas personas para ocuparse de ellos.
Cuando se le pregunta a una persona mayor ¿a quién puede recurrir cuando tiene una emergencia? más de un tercio de ellos señala no tener a nadie. Esto es peor en los sectores rurales.
La soledad no deseada es un precursor potente del deterioro en el envejecimiento, pues finalmente las personas mayores solas presentan baja estimulación cognitiva, se alimentan mal, se cuidan poco y viven sin tener grandes razones para hacerlo. Se produce progresivamente un descuido enfermizo y en algunos casos una suerte de búsqueda de la muerte indirecta. No en vano en las personas solas hay mayor consumo de alcohol.
Entonces el llamado es a fortalecer los vínculos interpersonales desde mucho más temprano y también a responder a este desafío como sociedad, pues no es algo que tenga que ver con otros, sino que tarde o temprano esto tendrá que ver conmigo. Debemos crear como sociedad puentes de vinculación que nos hagan fuertes y que fortalezcan el nosotros en vez de el yo.
Una sociedad que no se preocupa de sus mayores es una sociedad que tiene un futuro muy oscuro y en cierto modo carece de alma, porque es en esta etapa de la vida dónde se concentra lo mejor del ser humano. La experiencia no solo genera arrugas, sino también sabiduría. Así entonces, debemos caminar poco a poco para facilitar los encuentros sociales con descuentos atractivos para el arte y la cultura, cautelando la seguridad de los espacios públicos, haciendo de la calles también un lugar para encontrarnos y compartir historias en torno a un café o simplemente a través de una caminata, que tanto nos hace falta tener presente todos los días
Hay que estimular los encuentros intergeneracionales, especialmente en el mundo escolar mostrándoles a los niños y jóvenes, que ser mayor es el anticipo del futuro de cada ser humano. Que caminando juntos aprendemos a vivir mejor y que una persona mayor no es alguien que renuncia a las ganas de vivir, sino que vive a partir de la experiencia acumulada.
Dr. Patricio Torres Castillo
Asistente Social
Secretario ejecutivo de la Red
IBEROAMERICANA DE ENVEJECIMIENTOS SALUDABLE