La relación entre el Gobierno central y los Gobiernos Regionales (Gores) se ha tensado en las últimas semanas debido a una disputa por los recursos. Los Gores rechazan los recortes presupuestarios propuestos por el Ministerio de Hacienda y argumentan que necesitan más fondos para cumplir con sus funciones y desarrollar proyectos en sus respectivas regiones.
La jefa de la Dipres, Javiera Martínez, intentó explicar en la Cámara de Diputados la distribución de los recursos a los Gores, asegurando que estos cuentan con un presupuesto suficiente para operar. Sin embargo, su exposición no convenció a los parlamentarios ni a los propios gobernadores regionales. El ministerio de haciende adeuda a la Región del Biobío $6 mil millones.
¿Cuál es el origen del conflicto?
La raíz del problema se encuentra en la compleja estructura presupuestaria de los Gores. Desde su elección directa, estos gobiernos regionales han enfrentado desafíos para administrar de manera eficiente los recursos que reciben del Gobierno central.
Según la Dipres, los Gores cuentan con un fondo de aproximadamente $200 mil millones para financiar sus operaciones y proyectos. Sin embargo, los gobernadores regionales argumentan que este monto es insuficiente para atender las necesidades de sus regiones, especialmente considerando los desafíos que han enfrentado en los últimos años, como la pandemia y los efectos del cambio climático.
La visión de los Gores
Rodrigo Mundaca, presidente de la Asociación de Gobernadores Regionales, explica que los Gores administran el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), un fondo que se creó en 1974 con el objetivo de compensar las desigualdades entre las regiones. Sin embargo, las restricciones presupuestarias y las complejas normas que regulan el uso de estos fondos limitan su capacidad para llevar a cabo proyectos de impacto.
Un debate abierto
La disputa entre el Gobierno central y los Gores ha abierto un debate sobre la necesidad de reformar el sistema de financiamiento de las regiones. Los gobernadores regionales demandan mayor autonomía y flexibilidad en la gestión de sus recursos, mientras que el Gobierno central busca garantizar una distribución equitativa y eficiente de los fondos públicos.
Este conflicto pone de manifiesto la importancia de encontrar un equilibrio entre las necesidades de las regiones y las restricciones presupuestarias del Estado. Una adecuada asignación de recursos es fundamental para garantizar el desarrollo equilibrado de todo el país.
SOJ