En el IV Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe, el presidente Gustavo Petro no solo habló de transición energética y educación, sino que aprovechó el micrófono como si fuera un buffet político: un poco de Maduro, una pizca de Ortega, y un toque de crítica británica para cerrar con broche de oro.
Petro a Maduro: “El pueblo ya no los quiere”
Sin anestesia, Petro sacó a relucir su faceta de crítico literario-político. Según él, Hugo Chávez no entendió su propuesta de alejarse del petróleo y el carbón: «¡Y miren cómo está Venezuela! Ahora nadie sabe si aquello es democracia, revolución o un reality show político». Con este comentario, Petro dejó claro que, si fuera entrenador de «La Voz Revolucionaria», no giraría la silla por Maduro.
Ortega, el ex revolucionario «con plot twist»
Petro también tuvo unas palabras para Daniel Ortega, calificándolo como un “dictador” que pasó de revolucionario a protagonista de «Señor, usted ha cambiado». “Tenemos autoridad moral para decirle a Ortega: ‘Aquí no entras’, porque no puedes pasarte al otro bando y de libertador convertirte en el villano de la película”. Con esta declaración, Petro se coronó como el único líder regional que mezcla política con spoilers de historias épicas.
El Reino Unido: ¿esclavistas del siglo XXI?
Pero las críticas no se quedaron en el continente. Petro también cruzó el charco para lanzarle una indirecta—muy directa—a la corona británica. La reimposición de la visa para los colombianos, según él, no se debe a trámites legales, sino a un prejuicio colonial: “Nos consideran mentalmente inferiores”. ¿La respuesta de Petro? Aplicar reciprocidad. Ahora los británicos que quieran venir a Colombia tendrán que llenar formularios, y, con algo de suerte, responder preguntas incómodas como: “¿Qué siente al ser comparado con un esclavista moderno?”.
¿Qué sigue?
Petro sigue demostrando que no teme decir lo que piensa, aunque eso implique convertir sus discursos en un roast internacional. El próximo capítulo podría incluir críticas a Putin por su técnica de judo o consejos sobre cómo evitar el brexit número dos. ¡Estén atentos! (Por Luis Tejada Yepes).
