Fuerza de Submarinos de Talcahuano: Comenzó proceso para renovar dos naves

La Armada de Chile ha comenzado el proceso de preinversión para la renovación de sus dos submarinos 209/1400L, los cuales, este año, han alcanzado los 40 años de servicio. Estos submarinos están destinados a la Base Naval Talcahuano, desde donde operan y contribuyen a la misión de la institución en el océano Pacífico, asegurando la defensa de los intereses marítimos del país.

Actualmente, la Fuerza de Submarinos de la Armada chilena cuenta con cuatro unidades operativas: los SS-20 Thomson y SS-21 Simpson, de la clase 209/1400L, que fueron construidos en los astilleros de Howaldtswerke en Kiel, Alemania, durante la década de 1980; y los SS-22 General Carrera y SS-23 General O’Higgins, submarinos de la moderna clase Scorpène, adquiridos a principios del siglo XXI a través del consorcio DCN/Bazán (actualmente Naval Group y Navantia).

Este contexto se enmarca en la XIII Exhibición y Conferencia Internacional Naval y Marítima para Latinoamérica, Exponaval 2024, que se llevará a cabo entre el martes 3 diciembre y el viernes 6 de diciembre en el Terminal de Pasajeros de Puerto Valparaíso.

Orígenes y evolución

La Fuerza de Submarinos de la Armada de Chile fue establecida el 4 de julio de 1917, con la incorporación de los submarinos Guacolda, Tegualda, Rucumilla, Quidora, Fresia y Guale, de la clase H, fabricados por Fore River Shipbuilding Company en Quincy, Maryland, Estados Unidos. Posteriormente, en 1929, la Armada adquirió submarinos de la clase O, como los Capitán O’Brien, Almirante Simpson y Capitán Thomson, construidos en los astilleros Vickers de Barrow, Inglaterra. Los dos primeros fueron dados de baja en 1957, y el tercero en 1958.

A inicios de la década de 1960, la Fuerza de Submarinos experimentó una revitalización con la llegada de los submarinos USS Springer (SS-414) y USS Spot (SS-413) de la clase Fleet/Balao, que habían servido en la Armada de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Estos submarinos fueron rebautizados como Thomson y Simpson, y el segundo fue retirado en 1982. La Armada también adquirió submarinos de la clase Oberon, fabricados en los astilleros Scott’s Shipbuilders en Escocia, los cuales estuvieron en servicio hasta finales de los años 90.

Submarinos clase 209/1400L

Los submarinos SS-20 Thomson y SS-21 Simpson, de la clase 209/1400L, llegaron a la Armada en 1984. Estas unidades marcaron un avance significativo para la institución debido a sus capacidades tecnológicas, como sonares de largo alcance, torpedos guiados por filoguiado y una propulsión que les permite superar los 20 nudos sumergidos. Con 40 años de servicio, ambos submarinos miden 59,5 metros de eslora, 6,2 metros de manga y 5,5 metros de calado en superficie. Desplazan 1.390 toneladas y alcanzan una velocidad máxima sumergidos de 21,5 nudos.

El armamento de estos submarinos incluye ocho tubos lanzatorpedos de 533 mm, con capacidad para disparar hasta 14 torpedos Black Shark Advanced de Leonardo o misiles Exocet SM-39 de MBDA. A lo largo de su vida operativa, los submarinos 209/1400L han sido sometidos a varios programas de modernización que han incluido modificaciones en los tubos lanzatorpedos y la integración de un sistema táctico de combate basado en el Subtics de Naval Group.

Además, los submarinos de la clase 209/1400L han sido parte del programa de cooperación DESI (Diesel Electric Submarine Initiative) de la Armada de Estados Unidos, creado en 2001 para mejorar las capacidades de lucha contra submarinos convencionales.

Submarinos clase Scorpène

Los submarinos SS-23 General O’Higgins y SS-22 General Carrera, de la clase Scorpène, son los más avanzados de la Fuerza de Submarinos de la Armada de Chile. Estos submarinos fueron diseñados para llevar a cabo misiones de guerra antisubmarina, antisuperficie y operaciones especiales. Se caracterizan por su furtividad, persistencia operativa y potente capacidad de fuego.

El contrato para la construcción de estos submarinos fue firmado el 17 de diciembre de 1997 por un valor de 420 millones de dólares. El SS-23 General O’Higgins fue entregado en septiembre de 2005 y el SS-22 General Carrera en julio de 2006. Los submarinos Scorpène miden 66,4 metros de eslora, 8 metros de manga, 16,4 metros de puntal y 5,4 metros de calado medio. Desplazan 1.711 toneladas sumergidos y tienen una velocidad máxima de 21 nudos sumergidos, con una autonomía de 6.500 millas náuticas a 8 nudos en superficie.

Equipados con el sistema Subtics de Naval Group y un sistema de sonares TSM2233 MK 2 de Thales, estos submarinos son capaces de disparar torpedos pesados de 533 mm, misiles y minas, con capacidad de transportar hasta 18 torpedos o misiles, o bien hasta 30 minas. Su armamento incluye torpedos Black Shark Advanced y misiles antibuque Exocet SM-39.

Reemplazo de los submarinos clase 209

El comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés De la Maza, ha confirmado que la institución ha iniciado el proceso de preinversión para el reemplazo de los dos submarinos 209/1400L, que este año cumplieron cuatro décadas de servicio. En una reciente entrevista, el almirante detalló que esta fase preliminar ha permitido reunir la información clave para definir las especificaciones técnicas, costos estimados y opciones de diseño para los nuevos submarinos. La Armada comenzará a enviar solicitudes formales a los astilleros constructores de submarinos en una etapa posterior, tras completar el análisis de los requerimientos y evaluaciones correspondientes.