Control de Cementos Biobío: Feroz disputa entre Peruanos y Norteamericanos por la Compañía fundada en Talcahuano

La lucha por el control de Cementos Bío Bío (CBB) se ha intensificado en las últimas horas. La empresa peruana Yura, vinculada al grupo Gloria, anunció un ajuste significativo en su Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), la cual inicialmente fue lanzada sin el respaldo de los actuales controladores de la cementera chilena.

Con esta nueva maniobra, Yura busca incrementar su participación en CBB hasta un 40%, una jugada estratégica que la posiciona de manera competitiva frente a su principal rival en la disputa, la estadounidense Mississippi Lime Company.

La OPA de Yura, que inicialmente ofrecía $1.092 por acción, ha sido modificada a $1.450 por título de la empresa chilena. Este ajuste implica un aumento en el monto total de la operación, que ahora ascendería a $76.850 millones, un esfuerzo por igualar o superar la propuesta de Mississippi Lime Company.

La última oferta de la firma estadounidense, presentada en mayo, alcanzaba los $1.456 por acción, lo que valoraba a Cementos Bío Bío en aproximadamente US$400 millones, una cifra considerablemente superior a la nueva propuesta original de Yura de US$250 millones.

Actualmente, Yura posee 52.680.581 acciones de Cementos Bío Bío, lo que equivale al 19,9% del capital social de la compañía. Sin embargo, debido a su participación inferior al 20%, su influencia en la toma de decisiones es limitada, pudiendo designar solo a un miembro del directorio. Si la oferta de Yura es exitosa, su participación en la empresa se incrementaría hasta un 39,9%, acercándose peligrosamente al control total de la firma.

Ante este panorama, los directores de Cementos Bío Bío no tardaron en emitir una respuesta. En una carta dirigida a los accionistas y publicada en el Diario Financiero, los directores expresaron su preferencia por la oferta de Mississippi Lime Company, argumentando que esta refleja de manera más precisa el “valor intrínseco de la compañía” y sus proyecciones a mediano plazo, tomando en cuenta la evolución de los mercados del cemento, las cales, y la construcción.

Los directores también advirtieron que un aumento en la participación de Yura podría afectar la competitividad de la empresa, lo que impactaría negativamente en sus planes de desarrollo y, en última instancia, en el valor de sus acciones en el futuro. De esta manera, la disputa por el control de Cementos Bío Bío continúa siendo una batalla abierta, con las ofertas de las dos compañías rivalizando por el futuro de la cementera chilena y el interés de sus accionistas.

SOJ