Un estudio de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) revela que el fantasma del cierre de la siderúrgica Huachipato, que ronda en Talcahuano, tendría un impacto significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) regional, reduciéndolo en un 3%.
Las repercusiones no se limitarían a lo económico, sino que también afectarían al sector social, con un aumento en la tasa de desempleo y un impacto similar al que se vivió con el cierre de las minas en Lota.
El estudio de la UCSC destaca que la empresa es un pilar fundamental para la economía del Biobío.
Su cierre implicaría la pérdida de ingresos fiscales importantes para el gobierno local, lo que podría traducirse en recortes en servicios públicos esenciales como la educación y la salud.
Adicionalmente, la cadena de suministro que depende de Huachipato, desde proveedores hasta empresas de transporte, se vería severamente afectada, con posibles despidos adicionales y una disminución en la actividad económica general.
Pablo San Martín, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UCSC, reafirma la importancia del impacto social y económico de la siderúrgica en la región.
«El impacto de Huachipato en la Región del Biobío es crucial no solo en términos económicos, dado su importante aporte al PIB, sino también en términos de empleo. Su impacto social es enorme. Si se concretara el cierre, las consecuencias podrían ser similares a las que se vivieron en Lota con el cierre de las minas», sostiene San Martín, quien agrega que los procesos de reconversión laboral suelen ser complejos.
Carlos Smith, investigador del Centro de Investigación Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo, coincide en que el efecto multiplicador de Huachipato en la economía de la zona es significativo.
«Existen estudios que revelan que por cada peso que la empresa produce, se generan 2,33 pesos adicionales en forma indirecta e inducida en rubros como el comercio, transporte y otros. A su vez, por cada puesto de trabajo en Huachipato, se generan cinco adicionales en otros sectores», añade Smith.
La crisis de Huachipato también pone en relieve la dinámica particular de la economía del Biobío, que se distingue del resto del país.
Iván Araya, director del IER del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, explica que el ciclo económico del Biobío tiene un ritmo propio, debido a su estructura productiva diferenciada.
«El crecimiento del Biobío proviene de nuevas empresas que han entrado a la producción de bienes, como el sector forestal, lo que ha generado dinamismo a la región», afirma Araya, destacando la veloz recuperación que experimentó la región en 2023 en contraste con el estancamiento del país en general.
Araya también observa que en la última década el peso del sector manufacturero ha disminuido en relación al PIB total del Biobío, mientras que la participación del sector servicios ha aumentado.
En la actualidad, el sector servicios representa el 53% de la producción total de la región.
La participación del Biobío en el PIB nacional ha experimentado un leve aumento en la última década, pasando de un 5,9% en 2013 a casi un 6,2% al cierre de 2022.
En este contexto, el eventual cierre de Huachipato representa una amenaza considerable para la economía del Biobío, con repercusiones que van más allá del ámbito económico y se extienden al plano social.
La búsqueda de soluciones para la empresa siderúrgica es crucial para preservar el bienestar de la región y su desarrollo futuro.