El Primer Foro Internacional de Conservación de la Biodiversidad y Bienestar Humano, organizado por Campus Naturaleza UdeC, reunió a destacados especialistas de Japón, Reino Unido, Croacia y Chile. A lo largo de dos jornadas, las diversas presentaciones convergieron en una idea central: proteger la naturaleza es, en esencia, proteger la vida humana.
El encuentro se propuso abrir un diálogo interdisciplinario, uniendo ciencia, educación, salud y economía con el propósito de regenerar el vínculo esencial entre las personas y los ecosistemas, en un momento de severa crisis planetaria.
Capital Natural: De la Crisis a la Regeneración Económica
La jornada inaugural abordó el desafío del Capital Natural. Expertos internacionales como Mike Maunder, director ejecutivo de Kew REACH (Reino Unido), elogiaron el modelo local: “La idea de Campus Naturaleza como área de conservación e investigación es brillante.”
La sesión de la tarde integró la visión de la academia, el sector público y la empresa:
- Víctor Caro Castro (Ministerio del Medio Ambiente) enfatizó la necesidad de un nuevo modelo económico: “El desafío es desacoplar el bienestar humano y la actividad económica del uso de recursos naturales y de los impactos ambientales.”
- Patricio Herranz Hewitt (CMPC) defendió la visión empresarial, señalando que “Conservar, restaurar y potenciar es un desafío, pero crea una visión distinta de cómo generar valor para una empresa.”
- Rodrigo Arriagada Cisternas (Natura Invest) advirtió que el $100\%$ del PIB mundial depende directa o indirectamente de la naturaleza, y criticó que se esté “invisibilizando ese costo” del crecimiento.
- Ezequiel Monis (Natura Chile) fue más allá de la sustentabilidad, presentando el concepto de regeneración: “Hoy tenemos la posibilidad de mostrarle al mundo que hay formas diferentes de hacer negocios que sean no solo sustentables, sino regenerativos.”
Ciencia Forestal y Salud: La Naturaleza como Medicina
El segundo día se centró en la conexión entre salud y naturaleza, con la participación remota del Dr. Qing Li (Japón), principal experto mundial en medicina forestal e inmunología.
El Dr. Li presentó evidencia científica que sustenta los beneficios del “baño de bosque”:
“Los resultados que entregaron los baños de bosque demostraron que reduce los niveles de ansiedad, depresión, ira, fatiga y confusión,” señaló, añadiendo que la medicina forestal ha sido reconocida como una nueva medicina preventiva por la comunidad médica.
La británica Sam Alford (Eden Project, Reino Unido) y los académicos croatas Aleksandar Racz y Ljerka Armano reforzaron la idea de que reconectar a las personas con la naturaleza, como propone Campus Naturaleza, no es solo por salud individual, sino para generar un cambio cultural que enfrente la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.
Sembrar Conciencia: La Educación Biocultural
El bloque educativo hizo un llamado a transformar la enseñanza. Olivia Copsey (Foundation for Environmental Education, FEE) sostuvo que el trabajo de Campus Naturaleza “cumple un rol clave para transformar la educación y apoyar este movimiento de tener una educación ecológica”.
Ana María Vliegenthart Arntz (Fundación Katalapi) hizo hincapié en la necesidad de unir conocimiento y emoción en el proceso educativo, pues educar cerebros solo con conocimiento «no llega muy lejos». La sesión se enriqueció con el diálogo con las comunidades locales, con la participación de Estela Nahuelpán, dirigenta de la comunidad Mateo Nahuelpán, quien aportó la visión biocultural.
Conclusiones: La Conservación como Inversión en el Futuro
El foro concluyó reafirmando la tesis central. El Dr. Cristian Echeverría Leal, director de Campus Naturaleza, resumió:
“El foro reafirmó una verdad esencial: la conservación de la naturaleza es inseparable del bienestar humano. Necesitamos superar las miradas fragmentadas y avanzar hacia una comprensión integrada de biodiversidad, salud, economía y comunidad, porque proteger la naturaleza no es un lujo, es una inversión en nuestro propio futuro.”
El académico finalizó consolidando a Campus Naturaleza UdeC como un «modelo inspirador» que une ciencia, restauración, educación y conexión emocional, cultivando la esperanza de que «otra forma de habitar el planeta es posible».
SOJ