Con un concurrido seminario que reunió a más de 80 apicultores y entusiastas, se dio por finalizado un proyecto de tres años ejecutado por el INIA Quilamapu con el apoyo del Gobierno Regional de Ñuble. La iniciativa, denominada “Sensores Remotos y Apicultura Natural Regenerativa”, buscó modernizar la apicultura local, integrando tecnología con un profundo enfoque en el bienestar de las abejas y la salud de los ecosistemas.
El proyecto, coordinado por el investigador Marcelino Claret, se centró en la creación de un modelo de apicultura que utiliza sensores para monitorear condiciones clave dentro y fuera de las colmenas. Se estudiaron aspectos como la temperatura y humedad ideales, las condiciones climáticas óptimas para el vuelo de las abejas y, de manera crucial, se identificó la flora melífera natural de tres zonas agroecológicas de la región.
Revalorizando el Rol de las Abejas y el Consumo de Miel
Durante el seminario, Claret enfatizó la necesidad de revalorizar el papel ecológico y cultural de las abejas. «Las abejas están en el planeta hace 120 millones de años, mientras que nosotros, como Homo sapiens, hace apenas 300 mil», recordó. Subrayó que la Apis mellifera es responsable de entre el 30% y 35% de los cultivos que alimentan a la humanidad, destacando su rol vital para el soporte ecológico y económico.
Además, el investigador hizo un llamado a intensificar las campañas de difusión para estimular el consumo interno de miel, que en Chile se mantiene bajo en comparación con países de la OCDE. El cierre de este proyecto también marcó la jubilación de Marcelino Claret, quien se retira de INIA Quilamapu tras 37 años de carrera.
Hacia una Apicultura Agroecológica y Sostenible
El evento contó con la participación de Emanuel Canales, apicultor y fundador de la Escuela de Apicultura Natural de Chile. Canales advirtió sobre la crisis del modelo productivo actual, que deteriora los ecosistemas y empobrece la calidad de los alimentos. En esa línea, instó a Chile a transformarse en una potencia de alimentación saludable y libre de químicos, promoviendo la producción de alimentos orgánicos y agroecológicos.
«Eso va a incidir en la salud de nuestra población, va a beneficiar a nuestra economía y desde luego que va a proyectar a la agricultura a un mejor futuro», afirmó. Canales también destacó la importancia de apoyar la agricultura familiar campesina y de fomentar el consumo de miel sin agrotóxicos como una alternativa saludable al azúcar, especialmente en escuelas y jardines infantiles.
Como legado del proyecto, se publicará próximamente un atlas digital que reunirá información detallada y relevante para la apicultura de Ñuble. La iniciativa deja las bases sentadas para una apicultura más consciente y tecnificada, en sintonía con la salud de las abejas y las personas.
SOJ