Un silencio preocupante envuelve a más del 60% de los humedales del Biobío. Es decir, 50 cuerpos de agua esenciales para el equilibrio ecológico y el bienestar social de la región. Sin protección legal, estos ecosistemas vitales se encuentran a merced de la actividad humana y la creciente presión del cambio climático, exponiéndose a daños irreparables.
Esta es la cruda radiografía que arroja el Primer Reporte Regional de Humedales del Biobío, un catastro pionero que sistematiza la evidencia disponible sobre el estado de conservación, protección y gestión de estos humedales a nivel local. El documento, presentado por la Red de Humedales del Biobío (RHBB), se erige como una herramienta crucial para informar la toma de decisiones y catalizar acciones concretas en su defensa.
Un Catastro que Rompe el Silencio
«Un catastro actualizado de 49 humedales identificados en la Región, detallando su distribución comunal, estado legal (protegido o no), y situación actual en cuanto a planes de manejo y uso», así describe Gabriel Quiroz, representante de la RHBB, el exhaustivo trabajo colaborativo entre organizaciones socioambientales y académicas que dio vida a este informe.
El diagnóstico es claro y alarmante: la realidad regional revela falencias significativas en la protección de estos ecosistemas, cuya importancia en la regulación hídrica, la biodiversidad y la resiliencia climática es innegable. «En regiones como Biobío los humedales cumplen funciones clave… mientras se ve el avance de amenazas», advierte Quiroz.
La evaluación revela que más de 30 de los humedales de la región carecen de cualquier figura de protección legal. Si bien se identificaron algunos humedales bajo diferentes niveles de resguardo – Santuarios de la Naturaleza, sitios prioritarios y humedales urbanos – la proporción de desprotección es mayoritaria.
La Ley 21.202 ampara a 14 humedales urbanos en el Biobío, pero la situación no es alentadora: solo uno de ellos cuenta con un plan de manejo, y este se encuentra inactivo. Entre los humedales urbanos protegidos se encuentran Colcura (Lota), Boca Maule (Coronel), Vasco da Gama-Chimalfe (Hualpén), Paicaví (Concepción), Bayona del Valle (San Pedro de la Paz) y Escuadrón-Laguna Quiñenco (Coronel), siendo este último el único con un plan de manejo, actualmente inoperativo.
La situación del humedal Bayona del Valle ejemplifica la fragilidad de estos ecosistemas. Quiroz señala la polémica en torno a este humedal, con un recurso de protección interpuesto por el alcalde y denuncias de alteración de actas, mientras la contaminación y la muerte de especies nativas continúan siendo una preocupación latente.
«Urbanización, rellenos y contaminación» son señaladas como las principales amenazas que acechan a estos cuerpos de agua. Quiroz asegura que «casos críticos se observan en comunas como Talcahuano, Coronel, Arauco y Concepción, donde existen múltiples humedales sin resguardo efectivo».
Una Mirada Integral para un Desafío Territorial
El Primer Reporte Regional de Humedales del Biobío se gestó a partir de una investigación rigurosa que integró diversas metodologías y perspectivas. La revisión de fuentes públicas como el Registro Nacional de Humedales, decretos de la Ley 21.202, catastros municipales y bases de datos técnicas se complementó con observaciones en terreno y la validación de información con actores locales.
«El enfoque territorial y transversal permitió incorporar tanto datos cuantitativos como cualitativos, identificando brechas, superposiciones, y zonas de conflicto o amenaza», explica Quiroz, destacando la naturaleza colaborativa de la RHBB, compuesta por organizaciones socioambientales y personas comprometidas con la conservación de los humedales regionales.
La evidencia recopilada dibuja un horizonte de desafíos urgentes: la implementación de planes de manejo efectivos, la declaración de nuevas áreas protegidas y la creación de mecanismos de seguimiento ciudadano que garanticen una conservación activa. El objetivo primordial del informe es proveer un documento pionero que facilite el diseño e implementación de políticas públicas y estrategias de manejo y conservación adaptadas a la realidad de cada comuna. «Se espera que sea integrado como insumo en instrumentos de planificación territorial y regulaciones ambientales», proyecta Quiroz.
La RHBB se ha comprometido a difundir este informe crucial entre la diversidad de actores competentes y con interés en la protección de los humedales, a través de presentaciones públicas, talleres comunales y encuentros con autoridades y organizaciones locales.
Una Necesidad Imperante
Gabriel Quiroz enfatiza que el informe surge de una necesidad palpable: la falta de información centralizada y la dispersión de evidencia relevante dificultan la toma de decisiones técnicas y políticas informadas y adaptadas a las particularidades de cada territorio. Mientras tanto, las amenazas como la expansión urbana y la contaminación continúan avanzando, en un contexto marcado por la ausencia de instrumentos de planificación territorial adecuados.
«Contar con este tipo de reportes es crucial para fortalecer la gobernanza ambiental», afirma Quiroz, porque «no sólo visibiliza la realidad local, sino que permite articular iniciativas regionales en sintonía con estándares nacionales e internacionales». Este primer catastro es un llamado de atención, una invitación a la acción para proteger los humedales del Biobío antes de que sea demasiado tarde.
SOJ