La incertidumbre y la angustia se apoderan de la familia de Juan Sanhueza, uno de los 18 tripulantes del pesquero Cobra, quien se encuentra desaparecido desde hace dos días en la comuna de Concepción. La repentina ausencia del trabajador, que debía cumplir dos importantes compromisos este viernes, ha movilizado a sus seres queridos y a las policías en una intensa búsqueda contrarreloj.
Según relata su hijo, Pablo Sanhueza, el rastro de su padre se perdió alrededor de las 9 de la mañana del viernes, después que saliera desde su domicilio en Coronel rumbo a la empresa Blumar en Talcahuano. Juan tenía programada una sesión de terapia psicológica -como parte del acompañamiento emocional brindado a la tripulación por parte de la empresa- junto a sus compañeros de Blumar, empresa armadora del Cobra. La sesión estaba programada en un edificio de la compañía. Sin embargo, nunca llegó a la cita. La preocupación de un colega al notar su ausencia desató una cadena de llamados que alertaron a la familia.
Juan Sanhueza no llegó al lugar por lo tanto los compañeros de trabajos, preocupados, se contactan telefónicamente con la esposa del tripulante. Es ahí donde queda en evidencia que Sanhueza no sólo no contesta el celular, sino que nunca llego donde él dijo que iría, en este caso a las dependencias de la Empresa pesquera, donde no existen registro de su ingreso el día viernes último.
La situación se torna aún más inquietante al considerar que Juan también tenía una citación para comparecer ante la Policía de Investigaciones (PDI) a las 14:00 horas del mismo viernes, diligencia a la que tampoco asistió, según su hijo Pablo Sanhueza. «No contesta llamadas, nadie sabe dónde está. Eso nos tiene a todos muy preocupados, porque no es una persona que desaparezca o que atente contra su vida, es una persona con principios cristianos, un hombre responsable, un papá ideal»
Pablo Sanhueza reveló que su padre se encontraba «afectado por lo que pasó» recientemente en el Cobra, en alusión a la desaparición de siete pescadores. No obstante, aseguró que «no lo vi tan mal tampoco como para tomar alguna mala decisión».
La familia Sanhueza ha manifestado su inquietud ante lo que perciben como una falta de respaldo por parte de la empresa Blumar y una lentitud en las diligencias de búsqueda. «De Blumar (…) me han llamado o han querido prestar ayuda, pero siento que no es suficiente. Las policías también. La PDI yo sé que ellos están haciendo su búsqueda, pero aún así siento que esto es demasiado lento. Las primeras horas son vitales para este tema y siento que se está perdiendo tiempo vital. No están haciendo la diligencia, siento que es demasiado lento todo esto para poder encontrar a mi papá».
El hijo del tripulante destacó la larga trayectoria de su padre en la empresa: «Mi papá llevaba 35 años en Blumar y era tripulante del Cobra. Durante esos 35 años fue tripulante de varios barcos de firma pesquera, entre esos, uno era Cobra, y ahora él estaba embarcado justo cuando ocurrió todo este tema de la desaparición de los pescadores».
SOJ





