Ex Comandante en Jefe del Ejercito Oscar Izurieta imputado por Lavado de Activos

La acusación, presentada por el Ministerio Público, se enmarca dentro del escándalo conocido como «Milicogate», que ha sacudido a la institución castrense en los últimos años.

Según las investigaciones, Izurieta habría utilizado un complejo esquema para ocultar el origen ilícito de una millonaria suma de dinero, proveniente de fondos públicos desviados de la institución. A través de un mecanismo sistemático, el exgeneral habría recibido pagos mensuales en efectivo, disfrazados como «apoyo a ex comandantes en jefe». Estos fondos, según la fiscalía, habrían sido utilizados para adquirir una propiedad y luego arrendarla, generando ganancias que posteriormente eran declaradas al Servicio de Impuestos Internos (SII) para darles apariencia de legalidad.

El fiscal señaló que la investigación «dice relación con haber recibido a título de mensualidad entre 61 a 77 millones de pesos para el pago de cuotas de crédito hipotecario por caja de un inmueble que fue destinado a arrendamiento durante todo el tiempo, por lo tanto fue generando utilidades sucesivamente que fueron incrementándose, llegándose a una estimación total de cerca de 170 millones de pesos»

“El imputado pagó, con dineros provenientes de gastos reservados del Ejército de Chile, una parte de un inmueble ubicado en la comuna de Las Condes, cuyo valor total supera en la actualidad los 300 millones de pesos” según la fiscal Carmen Gloria Wittwer.

«La finalidad era obtener una especie de ‘lavado’ de estos dineros, dándoles una apariencia de legalidad a través del sistema tributario», explicó el fiscal Marco Muñoz.

La investigación del Ministerio Público se suma a un proceso anterior en contra de Izurieta, iniciado por la ministra en visita Romy Rutherford, quien lo acusó de malversación de fondos públicos y falsificación de documentos. En este nuevo capítulo del caso, la fiscalía se centra en el delito de lavado de activos, que implica ocultar el origen ilícito de dinero obtenido a través de actividades criminales.

El «Milicogate» ha revelado una trama de corrupción en la cúpula del Ejército chileno, que involucra a los últimos cinco comandantes en jefe de la institución. Este nuevo caso contra Izurieta evidencia la gravedad de las irregularidades cometidas y las consecuencias legales que enfrentan aquellos involucrados en el desvío de fondos públicos.

Cautelares: Arraigo nacional, firma quincenal y prohibición de comunicarse con personas involucradas en el caso.

SOJ