Levantamiento en Bolivia Ante el Silencio Internacional: Toma de cuarteles y retención de militares agrava crisis en el altiplano

La crisis política en Bolivia se ha intensificado con la toma de tres cuarteles militares por parte de grupos afines al expresidente Evo Morales, quienes mantienen a más de 200 efectivos militares como rehenes. Además, los asaltantes se apoderaron de armamento y municiones.

Estos hechos ocurrieron en el marco de las que llevan 20 días de paralización en el país, en las que los seguidores de Morales exigen el cese de la persecución judicial contra su líder y la liberación de los detenidos.

El gobierno de Luis Arce ha condenado enérgicamente estos actos, calificándolos como un ataque a la democracia y a la seguridad del Estado. Las fuerzas armadas han sido desplegadas para intentar recuperar el control de las instalaciones militares y restablecer el orden público.

La toma de los cuarteles ha generado una gran preocupación a nivel internacional, y ha sido ampliamente condenada por la comunidad internacional.

Los seguidores de Evo Morales mantienen bloqueos en Cochabamba y otras regiones del centro de Bolivia desde hace 20 días, en un conflicto creciente que enfrenta al gobierno de Luis Arce con el exmandatario y su base de apoyo. Arce ha criticado duramente los bloqueos, señalando que afecta gravemente la economía del país, mientras que Morales, en un acto de presión, inició una huelga de hambre en el Trópico de Cochabamba, su tradicional bastión sindical y político, con el fin de atraer la internacional y forzar al gobierno a establecer un diálogo sobre sus demandas políticas y

Desde el inicio de estas protestas y ante el silencio de los gobiernos de izquierda sudamericanos, el gobierno de Arce ha denunciado ante la comunidad internacional lo que considera una “escalada desestabilizadora” que amenaza el sistema democrático boliviano, señalando que, a pesar de sus reiterados llamados al diálogo, los bloqueos persisten, afectando tanto el transporte como el comercio. En un operativo conjunto, las fuerzas de seguridad lograron despejar una de las principales vías de protesta en Cochabamba, pero los manifestantes se han negado a hacer una pausa en las medidas de presión, rechazando así la solicitud de Morales de suspender temporalmente los bloqueos para evitar. posibles enfrentamientos violentos con las autorida

El gobierno de Arce ha advertido sobre las “consecuencias imprevisibles” de esta situación y ha denunciado la toma de tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba por parte de manifestantes, lo que consideran una amenaza grave para la estabilidad del país. Ante esto, Arce ha dejado claro que no se establecerá ningún diálogo mientras continúen las acciones de bloqueo que, según él, están “asfixiando la economía” nacional. De hecho, el presidente afirmó que el desbloqueo en la localidad de Parotani representa solo el inicio de un plan más amplio para recuperar

Las demandas de los seguidores de Morales incluyen la eliminación de procesos judiciales en su contra, pues el exmandatario enfrenta acusaciones de delitos como trata de personas y estupro. Asimismo, los manifestantes reclaman apoyo para la candidatura presidencial de Morales en 2025 y exigen respuestas a las demandas económicas que, afirman, no han sido atendidas por el gobierno de Arce. La relación entre Arce y Morales se ha deteriorado visiblemente desde 2021, principalmente por sus diferencias en cuanto a la dirección del partido oficialista, el Movimiento al Socialismo (MAS), y en torno a la elección del próximo candidato para

Morales, quien acusa al gobierno de “terrorismo de Estado”, ha exigido un diálogo supervisado por la comunidad internacional y países aliados. En una publicación en la red social X, Morales afirmó que su huelga de hambre es una protesta contra la represión y la falta de disposición del gobierno para atender sus demandas, y ha pedido la intervención de organismos internacionales. Además, Morales denunció un presunto atentado contra su vida y acusó al gobierno de ignorar sus reclamos desde septiembre, optando por lo que él considera una estrategia de represión y “guerra judicial” en su contra. También sostiene que varios de sus seguidores han sido detenidos y llevados a La Paz, intensificando aún más las tensiones en

En este contexto, los bloqueos han afectado rutas estratégicas que conectan Cochabamba con el oriente y el sur de Bolivia, y han provocado enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, quienes han empleado gases lacrimógenos y dinamita en algunos operativos para despejar las zonas de protesta. Las manifestaciones, que en un principio surgieron a raíz de la crisis económica, se han convertido en una plataforma de apoyo político a Morales, quien sigue insistiendo en sus aspiraciones presidenciales pese a no estar habilitado para competir en los próximos comicios.

Con las protestas extendiéndose a otras regiones como Santa Cruz, Potosí y Oruro, la crisis en Bolivia ha alcanzado un punto crítico, y las autoridades advierten que una escalada de violencia podría tener consecuencias imprevisibles y graves para la estabilidad del país.