En Bolivia Rechazan «levantamiento militar e indígena» con el que amenaza el expresidente Evo Morales

Los ex presidentes Carlos Mesa y Evo Morales.

El expresidente de Bolivia Carlos Mesa condenó hoy jueves las declaraciones de Evo Morales, quien insinuó que podría haber un «levantamiento indígena y militar» si llegara a ser detenido en el contexto de investigaciones judiciales en su contra. Según Mesa, Morales ha «traspasado todos los límites de la tolerancia y la racionalidad» al instigar la violencia y amenazar con alzamientos, lo que consideró como una incitación a enfrentar a los ciudadanos, la policía y periodistas, según publicó en su cuenta de la red social X.

Mesa, líder de Comunidad Ciudadana, advirtió que el afán de Morales de fomentar divisiones y poner en riesgo la estabilidad económica del país representa una seria amenaza. Los seguidores de Morales han bloqueado rutas, especialmente en Cochabamba, durante los últimos 18 días, demandando el cierre de los procesos legales que enfrenta Morales por cargos como estupro y trata, además de presionar en favor de su candidatura presidencial para 2025.

En paralelo, Morales declaró que, si es detenido, los movimientos indígenas y fuerzas policiales y militares se movilizarían contra el presidente Luis Arce. La ex presidenta interina Jeanine Áñez calificó las acciones de Morales como «mafiosas» y acusó al líder del MAS de usar a campesinos como «escudos humanos» en los puntos de bloqueo. Desde la cárcel, Áñez afirmó que el temor de Arce hacia Morales y sus seguidores en el Chapare ha llevado al mandatario a actuar con creciente cautela.

Arce, por su parte, informó que los intentos de desbloquear carreteras han resultado en 70 heridos, incluidos 61 policías y nueve civiles, y que las pérdidas económicas asociadas ascienden a 1.700 millones de dólares. Arce advirtió a los seguidores de Morales que levantaran los bloqueos y, de no hacerlo, que utilizará sus «facultades constitucionales» para restablecer el orden en las rutas.

Las tensiones entre Arce y Morales han aumentado desde 2021, debido a diferencias en la dirección del Movimiento al Socialismo (MAS) y las próximas elecciones presidenciales de 2025, en las que ambos buscan mantener su influencia política.