En un nuevo giro de las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania, el presidente Donald Trump amenazó con imponer sanciones económicas y aranceles contra Moscú si continúa con sus ataques en territorio ucraniano. A través de su red Truth Social, el mandatario estadounidense afirmó estar considerando «sanciones financieras a gran escala» hasta que se logre un alto al fuego y un acuerdo de paz definitivo.
Sin embargo, la postura de Washington se muestra ambigua. Horas después, Trump sorprendió al señalar que le resulta «más difícil tratar con Ucrania» que con Rusia, generando incertidumbre sobre el futuro del apoyo estadounidense a Kiev. Como parte de esta nueva dinámica, Estados Unidos suspendió el acceso de Ucrania a imágenes satelitales comerciales, una herramienta clave para el ejército ucraniano en su monitoreo de las fuerzas rusas.
La guerra sigue su curso
Mientras tanto, el conflicto en el este de Ucrania se intensifica. La localidad de Dobro Piglia, en la región de Donetsk, fue blanco de un ataque ruso que dejó al menos cuatro muertos y 18 heridos. Según el ejército ucraniano, la ofensiva incluyó 58 misiles y 194 drones, en lo que calificaron como una de las embestidas más agresivas de las últimas semanas. Para repeler el asalto, Kiev utilizó cazas Mirage 2000 entregados recientemente por Francia, los cuales, según el presidente Volodímir Zelenski, tuvieron un desempeño destacado.
Zelenski, quien días atrás protagonizó un tenso intercambio con Trump en la Casa Blanca que llevó a la suspensión de ayuda militar estadounidense, reiteró su llamado a frenar los ataques aéreos. «Los primeros pasos para una paz real deberían incluir el cese inmediato de los bombardeos rusos», expresó en su cuenta de X, solicitando además una prohibición del uso de misiles y drones de largo alcance.
Diplomacia en jaque
Mientras Ucrania busca apoyo en Washington, Europa trata de fortalecer su estrategia de defensa y disuasión. No obstante, Moscú se mantiene inflexible. En una reunión con familiares de soldados, el presidente Vladímir Putin reafirmó que Rusia «no cederá lo que le pertenece» y criticó la injerencia de Europa en las negociaciones. «Los europeos olvidan cómo terminó la historia de Napoleón», ironizó en respuesta a declaraciones recientes del presidente francés Emmanuel Macron.
El Kremlin insiste en que las negociaciones sobre Ucrania deben darse exclusivamente entre Rusia y Estados Unidos, dejando de lado a la Unión Europea. Sin señales de una solución cercana, las tropas rusas continúan avanzando en Donetsk, mientras que el exmandatario ruso Dmitri Medvédev insiste en que el objetivo es infligir «la mayor de las derrotas al enemigo».
Sin alternativa a la guerra
Con las posiciones cada vez más polarizadas, la posibilidad de un cese al fuego parece lejana. El Kremlin asegura que preferiría una solución diplomática, pero justifica la continuidad de su «operación militar especial» alegando que Ucrania ha rechazado cualquier diálogo. Mientras tanto, Zelenski busca recomponer su relación con Trump y encontrar una vía para frenar los ataques, aunque su margen de maniobra se reduce ante la incertidumbre sobre el respaldo de Washington.
En este tablero geopolítico en constante cambio, las sanciones, las amenazas y la escalada militar siguen definiendo el curso de un conflicto cuyo desenlace parece, por ahora, fuera de todo horizonte. (Por Luis Tejada Yepes, analista geopolítico y escritor).