Por Fernando Rocha Pavez
Los pacientes, en una situación clínica denominada “estado vegetativo permanente”, si bien mantienen algunos signos vitales y requieren de la hidratación y nutrición asistidas, tienen (tendrían) una pérdida de la función cognitiva, una desconexión total con su entorno y nula percepción de sí mismo. El estado de estos pacientes motiva en ocasiones que sus familiares o el equipo médico considere como único camino posible el retirar estos soportes y adelantar el transitar del paciente hacia lo desconocido.
Casos emblemáticos lo han sido el de Terri Schiavo, mujer norteamericana que el 25 de febrero de 1990 tras sufrir un ataque cardíaco, permaneció en estado vegetativo permanente durante 15 años. Los últimos 7 años se la alimentaba vía una sonda. Su caso se consideró irreversible y después de una larga batalla judicial de más de 13 años, la Corte Suprema de EE.UU. de Norteamérica aprobó la solicitud del marido de la paciente y ordenó retirar la sonda con la cual se la alimentaba. Después de una agonía de 13 días Terri Schiavo falleció.
Nancy Cruzan, joven norteamericana de 24 años de edad, después de un accidente automovilístico en 1983, permaneció en estado vegetativo permanente durante casi 8 años. Se la alimentaba vía una sonda. Su caso se consideró irreversible y después de una batalla judicial iniciada por sus padres en 1987, la Corte del Estado de Missouri el 15 de diciembre de 1990 autorizó retirar la sonda con la cual se la alimentaba. Después de una agonía de 11 días, el 26 de diciembre de 1990 Nancy Cruzan falleció.
El trabajador argentino de iniciales J.S. ingresó al Hospital de Urgencias del hospital de Córdoba el 12 de marzo de 2023 como consecuencia de una golpiza que le provocó un severo traumatismo craneoencefálico que derivó a un estado vegetativo persistente. Se mantuvo conectado a un suministro artificial de alimentación e hidratación que por fallo del Tribunal Superior de Justicia de Argentina el 10 de noviembre de 2023 le fueron retirados. Después de una agonía de 11 días J.S. falleció.
Interrogantes: ¿Estos pacientes tienen realmente una “pérdida de la función cognitiva”? ¿Estos pacientes realmente “no perciben su entorno?” ¿Estos pacientes realmente “no se perciben a sí mismos?”
Las neuronas necesitan nutrientes para funcionar y dada su incapacidad para almacenar contenidos energéticos, el cerebro depende del flujo vascular que le proporciona, entre otros nutrientes, glucosa y oxígeno. De manera que un incremento regional de la actividad neural está asociado a un incremento local del metabolismo y perfusión cerebral. Durante un proceso mental se produce un aumento de la actividad neuronal que se refleja en un incremento local de flujo sanguíneo y aporte de oxígeno el cual es transportado hacia el cerebro por medio de la hemoglobina de los glóbulos rojos.
Los estudios de Resonancia Magnética funcional (RMNf) realizan una localización anatómica de esas demandas metabólicas aportadas por el flujo sanguíneo lo que ha permitido elaborar mapas (imágenes) de las regiones responsables de lo sensorial, lo motriz, lo cognitivo y de los procesos afectivos en cerebros normales y patológicos.
Algunos casos clínicos de pacientes en Estado Vegetativo Permanente estudiados con RMNf muestran que ante instrucciones habladas para realizar dos tareas de imágenes mentales: imaginarse recorriendo las habitaciones de su casa (navegación espacial) y la otra imaginando jugando tenis (actividad motora) se aprecia un incremento en la intensidad de señal en regiones cerebrales con un patrón muy similar al del grupo control de voluntarios sanos.
Los estudios muestran que estos pacientes tendrían activas determinadas funciones cognitivas residuales de alto nivel y que las pueden usar para comunicar sus pensamientos a quienes los rodean modulando su propia actividad neuronal. Se plantea si la activación de estas áreas cerebrales indica algún nivel de «conciencia» similar al que existe en voluntarios sanos cuando se realizan tareas similares. Al respecto surgen algunas interrogantes:
¿Es pertinente judicializar decisiones que deberían quedar en el ámbito de la medicina?
¿La alimentación e hidratación parenteral en estos pacientes pueden ser consideradas como “medicamentos”?
¿Cuáles son las implicancias bioéticas que la condición de estos pacientes tiene en la toma de decisiones, por ejemplo, en la donación de órganos?
¿Terri Schiavo realmente “no percibía su entorno”?
¿Nancy Cruzan realmente “no se percibía a sí misma”?
¿J.S. realmente tenía una “pérdida de la función cognitiva”?
¿O lo que realmente ocurría es que estos pacientes tenían su conciencia atrapada?