* La víctima era de nacionalidad peruana, y los tres implicados en el crimen son también extranjeros. Gendarmes de la Cárcel de Acha, en Arica, encontraron el cadáver atado de pies y de manos por su espalda. Hechos similares, muy recientes, han instalado la preocupación respecto al control dentro de las sobrepobladas cárceles chilenas.
Alrededor de las 09:00 de la mañana de este martes 24 de diciembre, al momento del desencierro, quedó al descubierto el cuerpo sin vida de un reo de nacionalidad peruana, atado de pies y de manos por su espalda, con signos de haber sido asesinado a golpes por sus tres compañeros de calabozo, también extranjeros. «Los autores del ilícito serían las personas con las cuales la víctima compartía celda», recalcó la fiscal Verónica Roco.
«Las primeras diligencias están siendo realizadas por la Brigada de Homicidios de la PDI, y está investigando la causa de muerte el Servicio Médico Legal», añadió la persecutora.
El comisario Ángelo Muñoz, jefe subrogante de la BH Arica, detalló que el cadáver «mantenía diversas lesiones atribuibles a intervención de terceros, específicamente (a golpes) con un elemento contundente». Luego de realizadas las primeras indagatorias en el lugar, logramos establecer que el fallecido compartía celda con otros tres internos de diferentes nacionalidades, quienes durante la noche lo habrían golpeado» con el mencionado desenlace fatal, dijo el oficial.
Este nuevo homicidio al interior de una celda se suma a los casos recientes en Concepción, donde un reo fue decapitado; y en Puerto Montt, donde otro recluso recibió 200 puñaladas. Este mismo mes ha habido otros crímenes carcelarios en Alto Hospicio y en Valparaíso, los que se dan en un escenario de creciente preocupación respecto al control efectivo de Gendarmería al interior de las sobrepobladas prisiones nacionales.