En un nuevo hito para la fruticultura chilena, el primer buque Cherry Express de la temporada 2024-2025 ha arribado al puerto de Hong Kong, cargado con 4.500 toneladas de cerezas frescas, un volumen que representa un incremento del en comparación con la temporada anterior. Este logro no solo consolida a Chile como el principal proveedor mundial de cerezas, sino que también refleja el esfuerzo conjunto de productores, exportadores, autoridades y empresas de logística para garantizar la calidad y frescura de esta fruta en los mercados más exigentes del mundo.
Un mercado ávido y un producto de excelencia
La demanda de cerezas chilenas en China, el principal destino de nuestras exportaciones, sigue en ascenso. El Año Nuevo Chino, una de las festividades más importantes del calendario asiático, ha impulsado aún más el consumo de esta fruta, considerada un símbolo de prosperidad y buena fortuna. La calidad superior de las cerezas chilenas, caracterizadas por su tamaño, dulzor y firmeza, las ha convertido en un producto altamente valorado por los consumidores chinos.
Logística eficiente y trazabilidad
Para garantizar que las cerezas lleguen a su destino en óptimas condiciones, se ha implementado una logística altamente eficiente. La ruta directa entre Chile y Hong Kong, con una duración de 21 días, permite reducir los tiempos de transporte y mantener la frescura de la fruta. Además, se ha implementado un riguroso sistema de trazabilidad que permite seguir el recorrido de cada caja de cerezas desde el huerto hasta el consumidor final.
Un motor económico para Chile
La exportación de cerezas genera importantes divisas para el país, contribuyendo al desarrollo económico de diversas regiones. Además, esta actividad genera miles de empleos directos e indirectos, desde la producción en los huertos hasta la comercialización en los mercados internacionales.
Sostenibilidad y futuro
La industria de la cereza chilena se encuentra comprometida con la producción sostenible y el cuidado del medio ambiente. Los productores están adoptando prácticas agrícolas cada vez más amigables con el entorno, como la utilización de tecnologías eficientes y la implementación de sistemas de riego tecnificados.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los éxitos obtenidos, la industria de la cereza chilena enfrenta diversos desafíos, como el cambio climático, la competencia de otros países productores y las fluctuaciones en los precios internacionales. Sin embargo, los productores y exportadores chilenos están trabajando en conjunto para encontrar soluciones innovadoras y garantizar la sostenibilidad de esta actividad en el largo plazo.
Conclusiones
La exitosa temporada de exportación de cerezas 2024-2025 demuestra el potencial de la fruticultura chilena y su capacidad para competir en los mercados más exigentes del mundo. Gracias al esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, Chile se consolida como un referente mundial en la producción y exportación de cerezas, generando importantes beneficios económicos y sociales para el país.
SOJ
