El criminal que mató a la adolescente Ámbar, asesinó en 1996 a otras dos personas que desde entonces están desaparecidas

La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) realiza peritajes en el domicilio que mantenía en la comuna de Villa Alemana el criminal Hugo Bustamante, más conocido como el «asesino del tambor» y condenado por el impactante crimen de la niña Ámbar Cornejo, luego de que revelara haber matado anteriormente a otras dos personas. Según publicó Ciper, Bustamante dio a conocer su vinculación con otros dos homicidios ocurridos en 1996: el de Elena Hinojosa y Eduardo Páez, desaparecidos desde aquel entonces. Esto fue confesado a una periodista y a Gendarmería por él mismo, y posteriormente fue puesto en conocimiento del Ministerio Público. 

La Brigada de Homicidios de la PDI realiza peritajes en el mismo domicilio donde fuera encontrado el cuerpo de Ámbar Cornejo. El subprefecto Víctor Salazar, jefe de la BH Valparaíso, explicó que las diligencias son «de orden investigativo, esto por información y antecedentes que aportó Gendarmería y personal de prensa, motivo por el cual el Ministerio Público nos solicitó como Brigada de Homicidios que realizáramos diligencias. Contamos actualmente con una orden de investigar por parte de la Fiscalía local de la ciudad, que nos faculta para hacer ingreso a este inmueble». 

Actualmente, el asesino Bustamente cumple una condena de presidio perpetuo calificado por el homicidio con violación de Ámbar, además de otra sentencia de 27 años por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores. Este caso se registró a mediados del 2020, y generó gran conmoción pública tras conocerse que Ámbar, una adolescente de entonces 16 años, fue desmembrada y enterrada en su propia casa. Lo anterior con ayuda de la madre de la víctima, Denisse Llanos. Pero éste no fue el primer asesinato que había cometido. 

El bestial sujeto se hizo conocido por el doble homicidio de su pareja y el hijo de ella, Verónica Vásquez y Eugenio Honorato, en 2005, cuyos cuerpos escondió en un tambor;. Fue un caso que incluso relató años después en el programa «Mea Culpa» de TVN. Aunque fue condenado a una pena de 27 años en ese entonces, el sujeto obtuvo la libertad condicional gracias al poder judicial en 2016, tras haber permanecido sólo 11 años en reclusión.