En el contexto del escándalo por el uso de relojes Rolex, que no habrían sido declarados como parte de su patrimonio, se desató el procedimiento policial en Lima. Unos 40 agentes y fiscales participaron en la diligencia con el propósito de registrar la vivienda e incautar los mencionados relojes, cuya procedencia y adquisición la mandataria no ha detallado. Desde el 18 de marzo, Boluarte enfrenta una investigación por presunto delito de enriquecimiento ilícito y omisión de declaraciones en documentos públicos, iniciada tras una denuncia periodística sobre una supuesta colección de relojes de alta gama no declarada.
La acción coordinada entre la fiscalía y la policía fue transmitida por el canal local Latina, mostrando cómo los agentes rodearon la residencia en el distrito de Surquillo, en el este de Lima, bloqueando el tráfico vehicular. La intervención, autorizada por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, presidido por el juez supremo Juan Carlos Checkley, se llevó a cabo después de que la fiscalía rechazara la solicitud de Boluarte de posponer una citación para exhibir los relojes y sus documentos de compra.
En caso de ser acusada, Boluarte no podría ser juzgada hasta julio de 2026, al finalizar su mandato, según lo estipula la Constitución. Sin embargo, el escándalo podría desencadenar un pedido de vacancia por «incapacidad moral» desde el Congreso, aunque la coalición de derecha que respalda a la presidenta tendría que aliarse con las minorías de izquierda para lograrlo, una tarea complicada.
Los fiscales que llevaron a cabo el allanamiento no hicieron declaraciones a los periodistas presentes, y se desconocía el paradero de Boluarte, quien podría estar en su despacho en el Palacio de Gobierno. Aunque la presidencia no reaccionó de inmediato, se espera algún comunicado oficial.
El origen del escándalo se remonta a un reportaje emitido por el programa periodístico «La Encerrona» a mediados de marzo, que reveló el uso de varios relojes Rolex por parte de Boluarte en funciones oficiales desde su etapa como vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social. Ante esto, Boluarte defendió que se trata de un reloj «antiguo» adquirido con su propio esfuerzo desde joven. La Contraloría de la República anunció que revisaría las declaraciones de bienes de Boluarte de los últimos dos años en busca de posibles irregularidades.