El Banco Central revisó al alza la variación anual del PIB de 2023, situándola en 0,2%, cuatro décimas más que la estimación anterior. Esta revisión se debe principalmente a la incorporación de nueva información y al proceso de conciliación de las Cuentas Nacionales trimestrales.
Si bien este ajuste es positivo, 2023 aún se caracterizó por un bajo crecimiento, impactado por un menor número de días hábiles (-0,1 puntos porcentuales) y una contracción de la demanda interna (-4,2%).
El consumo de los hogares, principal motor de la economía, retrocedió un 5,2%, particularmente en bienes no durables. En contraste, el gasto en servicios mostró un aumento. La inversión también experimentó una caída del 5,3%.
A pesar de estas contracciones, se observaron algunos sectores con un mejor desempeño. El suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos, los servicios personales y el transporte fueron los que más contribuyeron al crecimiento del PIB.
En el último trimestre del año, el PIB aceleró su ritmo, impulsado principalmente por las actividades de servicios personales y transporte. Sin embargo, la actividad minera presentó una contracción, compensando parcialmente el crecimiento anterior.
En cuanto al gasto, la demanda interna disminuyó en el último trimestre, principalmente por un menor consumo de los hogares y una caída en la inversión.
El comercio exterior también tuvo un desempeño negativo en 2023, con una contracción tanto en las exportaciones como en las importaciones. Sin embargo, el efecto neto en el PIB fue positivo.
El Banco Central destaca la aceleración del PIB en el cuarto trimestre, impulsada principalmente por un incremento en la variación de existencias. No obstante, el resto de la demanda interna experimentó una desaceleración en ese período.
Por otro lado, el ingreso nacional bruto disponible real creció 0,8%, un resultado superior al del PIB, explicado principalmente por un aumento en los términos de intercambio.
El ahorro bruto total ascendió a 23% del PIB en términos nominales, compuesto por un ahorro nacional de 19,4% del PIB y un ahorro externo de 3,6% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
Si bien la revisión del PIB al alza es una noticia positiva, la economía chilena aún enfrenta desafíos importantes. La baja en el consumo de los hogares, la contracción de la inversión y el débil desempeño del comercio exterior son algunos de los obstáculos que se deben superar para impulsar un crecimiento sostenido en el futuro.