¿Violencia epidémica?: Un homicidio cada 6 horas por balaceras en Santiago. Dos de los fallecidos eran menores

La Ola expansiva del terror en las últimas horas confirma la percepción de gran inseguridad en Chile que llega al 90%. Esta cidra es la más alta en una década, de acuerdo con la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC)

La violencia armada en la zona norte de la Región Metropolitana ha desatado una ola de homicidios sembrando el terror entre la comunidad. En menos de 24 horas, cuatro personas han perdido la vida en una serie de ataques con armas de fuego que han conmocionado a la población.

Un joven padre asesinado a sangre fría:

En la calle Coelemu de Conchalí, un joven de 17 años fue víctima de un brutal ataque mientras compartía con su pareja e hijo de dos años. Un individuo encapuchado le disparó en múltiples ocasiones, arrebatándole la vida de forma despiadada.

Segunda víctima:

En un hecho no menos lamentable, un joven de 16 años fue abatido a tiros en Pasaje Ocho mientras se encontraba con amigos. A pesar de ser trasladado al hospital, las graves heridas le provocaron la muerte.

Las autoridades intensifican la búsqueda:

El mayor Matías Soto Hernández, jefe de la Prefectura Norte de Carabineros, señaló: «Se han registrado dos homicidios en Conchalí, aparentemente producto de enfrentamientos entre bandas rivales. Estamos realizando un despliegue máximo en la zona para dar con los responsables y garantizar la seguridad de la población».

Ola de violencia sin tregua:

La escalada de violencia no se detuvo ahí. En Colina, un hombre de 31 años recibió un disparo en la mejilla durante una riña, perdiendo la vida en el acto. En el Parque Santa Mónica de Recoleta, otro hombre, de alrededor de 50 años, fue víctima de un ataque con disparos que le quitó la vida.

Comunidades aterrorizadas:

Estos terribles hechos han generado un clima de terror en las comunidades afectadas, poniendo de relieve la urgente necesidad de abordar el problema de la violencia armada en la región. La comunidad exige medidas contundentes para frenar esta espiral de muerte y garantizar la seguridad de sus habitantes.