Desde Concepción se gestiona la simulación de la expedición histórica de Charles Darwin. La ejecución del proyecto la realizan jóvenes con vocación medioambiental

Esta es una expedición que se realiza a bordo de la goleta Neerlandesa Oosterschelde

El proyecto Darwin 200, está directamente vinculado con Concepción. No es un simple viaje, sino una inmersión completa en la acción para proteger el medio ambiente. Inspirados en la travesía del naturalista inglés, jóvenes de todo el mundo zarpan hacia puertos específicos, donde se enfrentan a una problemática ambiental local. Durante una semana, estos «Darwin Leaders» trabajan codo a codo con expertos locales, diseñando soluciones y creando contenido multimedia para compartir con el mundo.

Esta es una iniciativa que logra recrear la travesía del biólogo inglés por el mundo en el siglo XIX, destacando en cada puerto el trabajo de jóvenes líderes en conservación terrestre y marina. Esta travesía tiene una duración de 2 años y en ella se busca, a través de 8 proyectos, abordar alguna de las problemáticas ambientales más críticas del planeta.

Eduardo Villouta, biólogo marino UdeC, quien gestiona el proyecto, no solo surca los océanos, sino que también navega por el futuro de la conservación. A bordo del proyecto Darwin 200, este chileno-neozelandés, como capitán, guiando a una tripulación de jóvenes líderes en una travesía por los desafíos ambientales del planeta. Villouta tiene doble nacionalidad: chilena y de Países Bajos.

Aprendizaje en alta mar: Villouta subraya que Darwin 200 no se limita a impartir teoría, sino que ofrece una experiencia real y viva de la conservación. Los jóvenes se sumergen en un idioma y cultura desconocidos, adaptándose a nuevos contextos y trabajando en equipo. «Es un aprendizaje acelerado, donde deben comprender el pasado y presente, y proponer soluciones para el futuro», explica.

Un legado duradero: La estela del proyecto ya ha impactado a más de 50 jóvenes, transformando su visión del mundo y encendiendo la chispa del cambio. Un ejemplo es Camila Calderón, científica de la UdeC que, tras su experiencia como Darwin Leader, regresó como experta para guiar a otros jóvenes en la protección de los delfines.

Navegando hacia el futuro: Villouta es consciente de que la travesía a bordo de la goleta neerlandesa Oosterschelde, que emula el viaje del biólogo británico, denominada Darwin 200; no terminará en 2025. La pasión por la formación de nuevos líderes lo impulsa a buscar nuevos horizontes, explorando alternativas para que la «marea de cambio» siga creciendo. «La formación de jóvenes conservacionistas es el faro que nos guía hacia un futuro más verde», asegura.

Un llamado a la acción: El proyecto Darwin 200 es un faro que convoca a las nuevas generaciones a tomar el timón. Es un llamado a usar sus habilidades, conocimientos y pasión para navegar hacia un mundo más sostenible.