Sí, el Plantón existe, y también el Negacionismo. Entonces, no se trata de un título baladí… Ambos son enemigos y el enfrentamiento continuará «hasta la victoria, siempre», como dice el grito. Pronto a cumplir un año más de vida, el Plantón con su talante aguerrido y luchador sigue siendo la instancia viva, democrática y presente en la urbe penquista.
Pero la tradición demócrata y pluralista del grupo, con una sólida conformación política, empírica y autodidacta, se planta con mucha autoridad y fuero todos los días viernes al mediodía en el espacio de todos. Tiene derecho a hacerlo, y permiso oficial para ello. La autoridad con la que se siente el grupo Plantón para estar allí, nace de las luchas sociales de trabajadores y estudiantes, mujeres y hombres, con una conciencia de clase clara y definida, y con una inteligencia emocional capaz de entender en toda su dimensión los términos explicativos de una lucha social. O sea, justicia, libertad e injusticias que deben gritarse a los cuatro vientos. Y tiene una inspiración emancipadora natural y auténtica, por el solo hecho de ser parte de un pueblo que vive, actúa y se desarrolla en una sociedad opulenta.
Es parte de la independencia política e ideológica heredada de nuestros ancestros, que con valor y tenacidad enfrentaron a los invasores desde los tiempos que incluyen períodos precolombinos. Debe valorarse aquí la resistencia heroica del pueblo mapuche a la agresión imperial y a la gesta de resistencia que opusieron al asedio europeo con toda su carga de destrucción y muerte en la guerra de los 300 años. Hechos que culminaron con la independencia de toda América Latina.
Dentro de esta gesta nacería finalmente el movimiento obrero-campesino con, entre otros adalides, Elías Lafertte, originando el imparable desarrollo de las extensas luchas sociales que hasta el día de hoy muestra Chile con orgullo. Se incluyen aquí los partidos políticos y sus luchas sociales, culturales y reivindicativas que perduran en la actualidad.
El Plantón rescata esta forma de lucha, y expresa nítidamente presencia activa y efectiva al denunciar injusticias patentes, negacionismo contumaz y dejar en evidencia a los políticos corruptos. Esto es, nombrando, denunciando y, en definitiva, funando a los auténticos delincuentes políticos de toda laya, que pululan por los rincones de Chile.
* Sady Ogalde Cárcamo, periodista y escritor