Este encuentro tuvo como objetivo central la presentación de protocolos por parte de la pesca industrial y artesanal ante las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y de Salud, dirigidos a mitigar los potenciales malos olores que puedan afectar a las comunidades durante la próxima temporada de pesca de sardina y anchoveta, programada para marzo.
La reunión, que convocó a representantes clave del ámbito pesquero de la Región del Biobío, marcó un hito en los esfuerzos por abordar los desafíos logísticos y medioambientales asociados a la actividad pesquera en la zona. Entre los participantes se encontraban representantes de importantes empresas como Lota Protein, Alimar, FoodCorp, Landes, Orizon, Blumar, Arispes y Arhispel, así como miembros del sector pesquero artesanal, junto a la autoridad de la seremi de economía y del Sernapesca Biobío, salud y medio ambiente.
Durante el año 2023, el desembarque de sardina y anchoveta en la región alcanzó las 539,456 toneladas, de las cuales 291,877 toneladas correspondieron a la cuota asignada a la Región, mientras que 247,579 toneladas provinieron de cesiones de cuota de otras regiones. Para el año 2024, se asignó a la región una cuota de 312,359 toneladas, lo que representa un aumento del 7% en comparación con el año anterior.
El seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda, respaldó los esfuerzos de la «Mesa de Olores» y subrayó la importancia de establecer un ordenamiento en la logística relacionada con los desembarques de productos pesqueros, especialmente en lo que respecta a la sardina y la anchoveta, principales recursos de la Región en términos de desembarque.
Por su parte, el director zonal de pesca, Milton Pedraza, señaló que la reunión se centró en la socialización y difusión de protocolos de buenas prácticas personales ante las autoridades de Salud y Medio Ambiente. Destacó la necesidad de comunicar estos protocolos para abordar los episodios de malos olores que afectan a las comunidades.
La subgerente de sustentabilidad de Pescadores Industriales del Biobío, Monserrat Jamett, destacó que «estos acuerdos consisten en poder ordenar finalmente las descargas de la pesca artesanal en función de la capacidad de proceso de las plantas pesqueras y, así evitar una congestión que pueda generar ciertos eventos de malos olores». Agregó que «este es un trabajo que ha significado voluntades de ambas partes, que ha significado ponernos de acuerdo y llegar a consensos que creemos que son fundamentales para poder llegar a una mejor gestión y abordar protocolos que nos permitan finalmente impactar de menor manera a las comunidades vecinas».
Temporada 2024 y desafíos:
En 2023, la región del Biobío desembarcó 539,456 toneladas de sardina y anchoveta, de las cuales 291,877 toneladas correspondieron a la cuota asignada a la región y 247,579 toneladas provinieron de cesiones de otras regiones. Para 2024, se asignó a la región una cuota de 312,359 toneladas, un aumento del 7% respecto al año anterior.
Priorizando el ordenamiento y la comunicación:
El seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda, respaldó los esfuerzos de la Mesa de Olores y enfatizó la importancia de establecer un ordenamiento en la logística de desembarques, especialmente para la sardina y la anchoveta, recursos de mayor desembarque en la región.
El director zonal de pesca, Milton Pedraza, mencionó que la reunión se centró en presentar y difundir los protocolos de buenas prácticas personales a las autoridades de Salud y Medio Ambiente. Resaltó la necesidad de comunicar estos protocolos para prevenir los episodios de malos olores que afectan a las comunidades.
La Mesa de Olores representa un avance significativo en la gestión ambiental de la industria pesquera del Biobío. La colaboración entre los diferentes actores es fundamental para encontrar soluciones sostenibles que minimicen el impacto ambiental y mejoren la calidad de vida de las comunidades costeras.