Un tribunal de Moscú decidió arrestar en ausencia al literato, Borís Akunin, uno de los autores contemporáneos más leídos en Rusia. Akunin, quien reside fuera del país, enfrenta cargos de «llamamiento a acciones terroristas» y «difusión de información falsa sobre las Fuerzas Armadas rusas».
La medida cautelar entrará en vigor una vez que Akunin sea capturado o extraditado y tendrá una duración de dos meses.
Akunin, cuyo seudónimo real es Grigori Chjartishvili, ha sido una figura crítica del gobierno ruso. En diciembre de 2023, fue incluido en la lista de «extremistas y terroristas» y a principios de 2024 fue declarado «agente extranjero».
El escritor, de 67 años, saltó a la fama con una serie de novelas históricas ambientadas en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Su personaje más conocido es Erast Fandorin, un detective que se ha convertido en un ícono para sus lectores.
La saga de Fandorin ha sido traducida a numerosos idiomas, incluido el español.
En vísperas de la guerra de Ucrania, Akunin acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de ser un «dictador» con ambiciones postimperialistas. Afirmó que Putin había llevado al país a un estado de «semidesintegración».
Amnistía Internacional ha calificado la causa penal contra Akunin como «infundada» y un ejemplo de la «actitud revanchista de Rusia contra cualquiera que se atreva a expresar disidencia».
Esta noticia es un duro golpe para la comunidad literaria y un nuevo capítulo en la represión del gobierno ruso contra la libertad de expresión.