El cáncer de pulmón es el más mortal del mundo, con una tasa de supervivencia del 15% a cinco años. La detección temprana es crucial para mejorar las posibilidades de supervivencia, pero los síntomas a menudo aparecen cuando la enfermedad ya está avanzada.
Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado nanosensores que se dirigen a las proteínas del cáncer de pulmón y pueden detectarse en la orina. Estos sensores son nanopartículas de polímero recubiertas con códigos de barras de ADN, que se desprenden de las partículas cuando entran en contacto con las proteínas del cáncer.
Los científicos utilizaron animales genéticamente modificados para desarrollar tumores de pulmón similares a los humanos. Administraron a los roedores 20 sensores con el equivalente de cáncer en etapa I o II y, utilizando un algoritmo de aprendizaje automático, identificaron los cuatro sensores más precisos. Con una especificidad del 100%, esos cuatro sensores exhibieron una sensibilidad del 84,6%.
Conclusiones:
Los resultados de este estudio son prometedores y sugieren que los nanosensores en orina podrían ser una herramienta eficaz para la detección temprana del cáncer de pulmón. Los investigadores están trabajando para desarrollar una versión de los sensores que pueda ser utilizada en humanos.