La memoria es una habilidad cardinal para el aprendizaje y la evocación de información, pero puede verse afectada por factores como la edad, el estrés y la falta de actividad. Por eso, es importante tomar medidas para fortalecerla y evitar los olvidos cotidianos.
A continuación, te presentamos 9 consejos que te ayudarán a mejorar tu memoria:
- Presta más atención. La atención es clave para la memoria, ya que sin ella, la información importante puede no almacenarse adecuadamente, impidiendo su recuperación posterior. Una forma de potenciarla al adquirir una nueva información, como puede ser un nombre, es visualizar la palabra en la mente al instante de escucharla.
- Categoriza la información. Un buen truco es agrupar y organizar la información en categorías lo que se desea recordar. Por ejemplo, si quieres ir a la verdulería y recordar las frutas y verduras que necesitas comprar podrías agruparlas por color o por la letra con la que comienzan. Será mucho más fácil recordar dos o tres listas más cortas y ordenadas que una gran lista sin criterio alguno.
- Mantente ocupado. El cerebro es un órgano activo que necesita ser estimulado para funcionar correctamente. Por eso, es importante mantenerse ocupado con actividades que requieran un esfuerzo mental, como aprender un nuevo idioma, jugar a juegos de mesa o leer libros.
- Juega. Los juegos son una forma divertida y efectiva de ejercitar la memoria. Existen muchos juegos que son beneficiosos para la memoria, como el ajedrez, las cartas o los crucigramas.
- Lee por placer. Las novelas, especialmente las de ficción, contribuyen de gran manera al ejercicio de la memoria porque el lector debe recordar qué ocurrió en capítulos anteriores para seguir el hilo de la historia.
- Crea reglas mnemotécnicas. Armar una frase o palabra más simple que contenga las iniciales de la información que queremos recordar puede ser de gran ayuda. Esta palabra nueva será la clave o pista para que se pueda evocar la información.
- Limita el uso de la tecnología. La tecnología, a pesar de sus ventajas, puede causar distracción y problemas de sueño, afectando nuestra capacidad de atención y, por ende, de memoria.
- Desafía la memoria. Realizar ejercicios de memoria en nuestro día a día puede ayudarnos a corto y largo plazo a mantener activa nuestra mente. Por ejemplo, memorizando recetas o conduciendo sin utilizar el GPS del coche.
- Ten una mascota. Según un estudio reciente, tener un animal de compañía se asocia con tasas más lentas de deterioro cognitivo entre los adultos mayores que viven solos.
Más allá de estas estrategias, también es importante valorar si hay motivos para preocuparse ante las fallas de memoria. Algunas son normales (llamadas “olvidos benignos”) y otras son anormales y pueden ser indicativas de problemas mayores (“olvidos patológicos”).
En caso de que los olvidos sean frecuentes o graves, es importante consultar con un médico para descartar la presencia de una enfermedad subyacente.