Una fiesta celebrada en la discoteca Mutabor de Moscú el 21 de diciembre ha causado un escándalo en Rusia. La fiesta, organizada por la bloguera Anastasia Nastya Ivleeva, estaba destinada a celebrar el cumpleaños de un amigo. Sin embargo, las imágenes de la fiesta, en las que los asistentes aparecen semidesnudos y celebrando con banderas rusas, han provocado una ola de indignación en el país. Todos los asistentes son partidarios de Putin y al parecer, formaba parte de la campaña presidencial.
En las imágenes, se puede ver a varios asistentes a la fiesta con el torso desnudo, luciendo tatuajes con el rostro del presidente ruso, Vladimir Putin. También se puede ver a algunos asistentes bailando con banderas rusas.
La fiesta ha sido condenada por las autoridades rusas. El Ministerio de Cultura ha anunciado que investigará los hechos y que podría tomar medidas contra los organizadores de la fiesta.
Algunos de los asistentes a la fiesta han pedido disculpas por lo sucedido. El cantante Nikolai Vasiliev, conocido como Vacio, ha dicho que «no fue mi intención ofender a nadie».
El Kremlin ha censurado la celebración en plena guerra en Ucrania. Varias empresas cancelaron los contratos publicitarios con algunos de los famosos que acudieron. Un rapero que asistió con solo un calceta en sus partes más íntimas fue condenado a 15 días de cárcel. Según informa la prensa local, el presidente Vladimir Putin no está nada contento con el espectáculo dado por las celebridades rusas en plena guerra en Ucrania.
La fiesta «casi desnuda» que se celebró en un club nocturno de Moscú, celebrada en un momento en que Rusia está inmersa en una guerra con Ucrania y las autoridades están impulsando una agenda social cada vez más conservadora.
Ha estado circulando por Internet un vídeo del portavoz de Putin escuchando una explicación de una de las estrellas que asistieron, y ‘Baza’, un medio de comunicación conocido por sus contactos con los servicios de seguridad ha informado de que las tropas que luchan en Ucrania fueron de las primeras en protestar tras ver las imágenes y que las fotografías del evento llegaron a un Putin poco feliz con el asunto.
El escándalo ha vuelto a poner de manifiesto la división existente en Rusia. Mientras algunos ven las imágenes de la fiesta como una muestra de patriotismo, otros las consideran una ofensa a los valores tradicionales del país.
¿Qué consecuencias tendrá el escándalo?
Es difícil saber qué consecuencias tendrá el escándalo en el futuro. Sin embargo, es probable que las autoridades rusas utilicen el incidente para reforzar su control sobre la sociedad.
Es posible que las autoridades rusas tomen medidas contra los organizadores de la fiesta, como multas o incluso penas de prisión. También es posible que las autoridades utilicen el escándalo para justificar una mayor represión de la libertad de expresión.
Las imágenes de la fiesta han sido difundidas por los medios de comunicación internacionales, y han contribuido a reforzar la percepción de Rusia como un país conservador y autoritario.
