El líder opositor ruso, Alexei Navalny, ha desaparecido en un inquietante episodio que coincide con la campaña para desacreditar la reelección del presidente Vladimir Putin en 2024. La última vez que se tuvo noticias de Navalny fue el 7 de diciembre, cuando anunció su intención de combatir la permanencia de Putin en el poder a través de una estrategia de denuncia. Este anuncio fue seguido por la creación del sitio web «Rusia sin Putin» por parte de sus aliados, con el objetivo de destacar la supuesta falsedad de las elecciones.
El Kremlin, preocupado por la duda popular sobre la legitimidad de la reelección de Putin, tomó en serio la amenaza de Navalny. Desde entonces, ha sido víctima de represión, con sus abogados acosados y encarcelados en octubre, y su paradero actual desconocido desde el 11 de diciembre. La incertidumbre sobre su ubicación ha generado preocupación, especialmente considerando las condiciones deplorables a las que ha estado sometido en prisión.
La estrategia de Navalny, aunque privado de luchar por votos, se centra en influir en la opinión pública y avivar la desconfianza popular en la legitimidad de Putin y su gobierno. La desaparición de Navalny parece estar sincronizada con la operación preelectoral de Putin, quien confirmó su participación en las elecciones del 2024 el 8 de diciembre de manera discreta.
Mientras tanto, durante su conferencia de prensa anual el 14 de diciembre, Putin buscó demostrar la continuidad de su gobierno y la falta de alternativas viables. Aunque la guerra en Ucrania continúa, con un ataque inusual de misiles supersónicos en ciudades ucranianas, Putin no abordó las elecciones presidenciales.
La desaparición de Navalny plantea interrogantes sobre su seguridad y bienestar, y la pregunta «¿Dónde está Navalny?» resuena cada vez más en las redes sociales. La situación sigue evolucionando en medio de un escenario político tenso en Rusia.
El líder opositor ruso, Alexei Navalny, ha desaparecido en un inquietante episodio que coincide con la campaña para desacreditar la reelección del presidente Vladimir Putin en 2024. La última vez que se tuvo noticias de Navalny fue el 7 de diciembre, cuando anunció su intención de combatir la permanencia de Putin en el poder a través de una estrategia de denuncia. Este anuncio fue seguido por la creación del sitio web «Rusia sin Putin» por parte de sus aliados, con el objetivo de destacar la supuesta falsedad de las elecciones.
El Kremlin, preocupado por la duda popular sobre la legitimidad de la reelección de Putin, tomó en serio la amenaza de Navalny. Desde entonces, ha sido víctima de represión, con sus abogados acosados y encarcelados en octubre, y su paradero actual desconocido desde el 11 de diciembre. La incertidumbre sobre su ubicación ha generado preocupación, especialmente considerando las condiciones deplorables a las que ha estado sometido en prisión.
La estrategia de Navalny, aunque privado de luchar por votos, se centra en influir en la opinión pública y avivar la desconfianza popular en la legitimidad de Putin y su gobierno. La desaparición de Navalny parece estar sincronizada con la operación preelectoral de Putin, quien confirmó su participación en las elecciones del 2024 el 8 de diciembre de manera discreta.
Mientras tanto, durante su conferencia de prensa anual el 14 de diciembre, Putin buscó demostrar la continuidad de su gobierno y la falta de alternativas viables. Aunque la guerra en Ucrania continúa, con un ataque inusual de misiles supersónicos en ciudades ucranianas, Putin no abordó las elecciones presidenciales.
La desaparición de Navalny plantea interrogantes sobre su seguridad y bienestar, y la pregunta «¿Dónde está Navalny?» resuena cada vez más en las redes sociales. La situación sigue evolucionando en medio de un escenario político tenso en Rusia.