El filósofo italiano, que influyó en la renovación del marxismo a finales del siglo XX e inicios del XXI, murió a los 90 años en París.
Toni Negri, pensador italiano que influyó en la renovación del marxismo europeo a finales del siglo XX e inicios del XXI, falleció a los 90 años en París, donde se había exiliado tras ser vinculado con el asesinato del ex primer ministro italiano, Aldo Moro, una acusación de la que fue absuelto.
Nacido en Padua, Italia, el 1 de agosto de 1933, Negri combinó su intensa actividad intelectual con un importante activismo político.
Como joven profesor de Ciencias Políticas en los años 60, impulsó la renovación del Partido Comunista Italiano, acuñando el término «operaísmo» para abogar por la proactividad de la clase obrera frente al capital.
En los años 70, fue relacionado con las Brigadas Rojas y los turbulentos «años de plomo» en Italia, siendo encarcelado erróneamente por su supuesta implicación.
Elegido diputado del Partido Radical en 1983, se benefició de la inmunidad parlamentaria para salir de prisión y posteriormente se exilió en Francia. Regresó voluntariamente a Italia en 1997 para cumplir seis años de cárcel.
En los años 2000, se convirtió en un referente intelectual del movimiento «altermundialista» y la refundación de una izquierda internacionalista.
Negri, creador del concepto «multitud» y defensor de la renta universal básica, dejó un impacto notable en el progresismo internacional. Pablo Iglesias, fundador de Podemos, ha destacado su legado.
El filósofo italiano revisó a pensadores como Spinoza, Deleuze y Foucault en su obra, siendo profesor en instituciones prestigiosas como L’École normale supérieure y L’université Paris 8.