En una histórica movilización, los trabajadores afiliados al Sindicato N°1 del Instituto Profesional Virginio Gómez (IPVG) en las regiones de Biobío y Ñuble han paralizado las tres sedes: Concepción, Chillán y Los Ángeles. Demandan reconocimiento y mejoras laborales. Este sindicato, que celebra su décimo aniversario, enfrenta por primera vez la necesidad de manifestarse mediante esta medida de presión.
Esta paralización es la primera en 35 años de existencia del Instituto Profesional Virginio Gómez.
El sindicato 1 concentra el 63% de todos los trabajadores que desempeñan funciones en el plantel. Los representantes laborales relevan que a lo largo de una década de existencia, han negociado con cuatro rectorías anteriores, logrando acuerdos en etapas previas que velaban por el bienestar de los trabajadores y el funcionamiento eficiente de la institución. Sin embargo, la situación cambió con la actual rectora, complicando las negociaciones dada la actitud intransigente de la rectora Claudia Mora, quien está en el cargo hace sólo tres meses y ya enfrenta la primera huelga del instituto en toda su existencia de casi cuatro décadas.
La negociación con la actual rectora ha sido particularmente compleja, ya que no se reconoce, es decir, desconoce el valioso aporte diario de los trabajadores a la institución. Además, se ha llegado al extremo de omitir acuerdos previos que la mesa negociadora había establecido a través de la mediación de la Inspección del Trabajo.
La disputa actual se centra en la exigencia de un incremento real del 1% sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en dos beneficios clave: el bono de vacaciones y el bono por años de antigüedad. Estos beneficios fueron desconocidos posterior a la mediación, a pesar de representar un costo marginal para la institución.
Existen jefes de carreras que sirven hasta tres carreras distintas sin recibir a cambio la remuneración justa, ni siquiera el sueldo de mercado.
La raíz del descontento de los trabajadores reside en la mala administración actual.
La actitud de desconocimiento de la rectoría evidencia, según el sindicato, la intransigencia y la falta de respeto, la cancelación y escasa valoración hacia los trabajadores. Además, la actual rectora omite el histórico aporte de los trabajadores al bienestar del Instituto, realizado incluso con recursos propios.
Los funcionarios resaltan que los incrementos son mínimos, pobres y exiguos para la institución, pero representan el respeto mínimo a la dignidad que se espera de una entidad educativa hacia sus trabajadores.
La Directiva del Sindicato N°1 de Trabajadores del IPVG hace un llamado a la reflexión y al diálogo por parte de la recientemente nombrada rectora para llegar a un acuerdo justo que reconozca y valore la contribución de los trabajadores al Instituto Profesional Virginio Gómez.
El IP Virginio Gómez es una institución que pertenece a la Universidad de Concepción.