Un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de EE.UU. ha revelado que Rusia ha sufrido pérdidas devastadoras en la guerra en Ucrania, con hasta 315.000 soldados muertos o lesionados.
El informe, que fue elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de EE.UU., estima que Rusia inició la invasión con 360.000 efectivos, y que las pérdidas han llevado al país a implementar medidas excepcionales para mantener su capacidad de combate.
Entre estas medidas, se encuentra la modificación de las normas de reclutamiento, permitiendo la incorporación de convictos y civiles de edad avanzada en las filas del ejército ruso.
El informe también señala que el ejército ruso ha perdido alrededor de 2.200 de los 3.100 tanques con los que contaba al comienzo de la guerra. Para compensar estas pérdidas, Rusia se ha visto obligada a utilizar tanques T62 de la década de 1970.
Las pérdidas en personal y vehículos blindados han tenido un impacto significativo en la modernización militar de Rusia, retrocediéndola aproximadamente 18 años, según la evaluación de inteligencia.
A pesar de los informes previos, las cifras exactas de bajas rusas aún no están confirmadas, y el Kremlin ha mantenido en secreto la magnitud real de las pérdidas. Mientras que la última actualización del Ministerio de Defensa ruso en noviembre de 2022 reportó 5.937 muertes, informes independientes sugieren cifras mucho más altas.
El informe también resalta la difícil situación para Ucrania, que también mantiene en secreto sus pérdidas, estimadas en cerca de 70.000 muertos según informes anteriores. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha solicitado más ayuda militar a los legisladores estadounidenses, mientras el conflicto se intensifica en la región.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reafirmado su apoyo a Zelensky, advirtiendo que cualquier falta de apoyo podría ser interpretada como una victoria para Rusia en este conflicto en curso.