El secretario general de la ONU apuntó a los conflictos bélicos, la desigualdad, la crisis humanitaria derivada del cambio climático, y también al retroceso en los derechos reproductivos de las mujeres. Advirtió sobre la amenaza cada vez mayor que la desigualdad, el autoritarismo y el conflicto armado representan para los derechos y libertades de la población del planeta. Esto, en un sombrío discurso con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La hoja de ruta para terminar con las guerras
“El mundo está perdiendo el rumbo”, manifestó Guterres. “Los conflictos se extienden con virulencia. La pobreza y el hambre están aumentando. Las desigualdades son cada vez más profundas, el cambio climático se ha convertido en una crisis humanitaria, el autoritarismo va a más, el espacio civil se está reduciendo, los medios están asediados, la igualdad de género es un sueño distante y los derechos reproductivos de la mujer están retrocediendo“, lamentó. Añadió que todas estas crisis atentarían contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, partiendo por su principio: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en su dignidad y derechos”. Es el comienzo de lo que Guterres describió como “una hoja de ruta para terminar con las guerras, sanar las divisiones, y promover una vida de paz y dignidad para todos”.
Cumbre del Futuro en septiembre de 2024
“La Declaración Universal de los Derechos Humanos nos muestra el camino para resolver tensiones, para ejercer valores comunes y para crear la seguridad y estabilidad que nuestro mundo tanto ansía”, indicó el secretario general de la ONU. En esa línea, Guterres pidió a los Estados miembro de la ONU que “refuercen su compromiso con los valores atemporales” reflejados en la declaración, en especial de cara a la Cumbre del Futuro que se celebrará en septiembre de 2024, y en la que líderes mundiales discutirán nuevas líneas maestras sociales, culturales y económicas a seguir durante la próxima década. El jefe humanitario de Naciones Unidas, Volker Türk, también reivindicó la importancia del documento. “Ahora, más que nunca, es la hora de los Derechos Humanos”, señaló sobre un texto “que no se trata solamente de un documento histórico, sino de un testimonio vivo de la humanidad que compartimos, una guía atemporal”.
Conflictos violentos no vistos desde II Guerra Mundial
A juicio del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el mundo padece en la actualidad niveles de conflicto violento no vistos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con un empeoramiento de las desigualdades, un aumento de la discriminación y el discurso de odio, impunidad, incremento de las divisiones y la polarización, además de la emergencia climática. “Esto pone de manifiesto aún más la necesidad de hacer balance, aprender lecciones y delinear juntos una visión de futuro basada en los derechos humanos. La Declaración Universal ofrece una promesa de que todos y todas nacemos en igualdad de derechos y dignidad y un plan de acción. Este acto constituye un momento de gran reflexión para buscar juntos soluciones comunes y centradas en los derechos humanos”, destacó Türk.