El fin de mandato del contralor general de la República, Jorge Bermúdez, el próximo 16 de diciembre, se avecina con la incertidumbre de quién lo reemplazará.
El gobierno de Gabriel Boric ya comenzó a sondear nombres, pero la oposición, con mayoría en el Senado, tiene la última palabra.
Entre los nombres que suenan en el oficialismo están la secretaria general de la Contraloría, Nelly Salvo, el exintegrante del grupo de árbitros del proceso constituyente Juan Carlos Ferrada, y la subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos.
Sin embargo, para que cualquiera de estos nombres sea designado, se requieren 30 votos de los 50 senadores en ejercicio, lo que significa que el gobierno necesita el apoyo de al menos cinco senadores de la oposición.
En el mundo político hay consenso en que el nombramiento del contralor será difícil, ya que está en juego también el nombramiento de nuevos miembros para la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional.
Por lo tanto, un escenario posible es que el cargo de contralor titular quede vacante por varios meses.
En los últimos dos nombramientos de contralor, en 2007 y 2015, se repitió el escenario donde hubo un subrogante por ocho meses.
Esto podría afectar el trabajo de la Contraloría, que actualmente está revisando casos de alta connotación pública, como el caso del exministro de Salud, Enrique Paris.
En un año electoral, como el próximo, el nombramiento de un contralor titular es importante para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de la administración pública.