Investigadores de la Universidad de Pensilvania encontraron que la lidocaína, un anestésico local común, activa ciertos receptores del sabor amargo que provocan la muerte de las células cancerosas.
Los hallazgos, publicados en la revista Cell Reports, podrían conducir a un nuevo ensayo clínico para probar la lidocaína como tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello.
El estudio, dirigido por Robert Lee y Ryan Carey, profesores asistentes de Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y cuello en la Universidad de Pensilvania, encontró que la lidocaína activa el receptor del sabor amargo T2R14.
T2R14 está elevado en varias células cancerosas, y cuando se activa, inicia un proceso llamado apoptosis, que provoca la muerte de las células cancerosas.
Los investigadores descubrieron que la lidocaína activa T2R14 a través de dos mecanismos únicos: sobrecarga de iones de calcio mitocondriales y inhibición del proteosoma.
La sobrecarga de iones de calcio mitocondriales produce especies reactivas de oxígeno que pueden dañar las biomoléculas, mientras que la inhibición del proteosoma bloquea la producción de proteínas esenciales para la supervivencia celular.
Los hallazgos del estudio son consistentes con investigaciones anteriores del equipo, que mostraron que los receptores del sabor amargo se encuentran en muchas células cancerosas de la boca y la garganta, donde desencadenan la apoptosis.
En abril de 2023, un ensayo clínico aleatorizado multiinstitucional publicado en el Journal of Clinical Oncology encontró que la supervivencia del cáncer de mama aumentaba cuando se administraba lidocaína antes de la cirugía.
«Estamos emocionados de que nuestros hallazgos puedan conducir a un nuevo tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello», dijo Lee. «La lidocaína es un medicamento seguro y bien establecido que se usa actualmente en millones de personas cada año. Si podemos demostrar que es efectiva para el cáncer, podría ser una opción de tratamiento muy prometedora».
El equipo de investigación está actualmente planeando un ensayo clínico para probar la lidocaína como tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello.