En la vida actual se habla de paridad, que todos tienen las mismas posibilidades y, principalmente, de brindar opciones a los llamados de tercera edad. Usted sabe que no cuesta decirlo, pero si cumplirlo. En la televisión, estas últimas semanas quedó demostrado que hay que considerar la experiencia que tienen denominador común en los años vividos. En la mayoría de los países europeos e incluso en algunos americanos, no es extraño ver a los “viejos” manteniendo su posición frente a las cámaras.
¿Por qué lo anterior? En los Juegos Panamericanos vimos y escuchamos a muchos con menos edad que sucumbieron ante la experiencia, por ejemplo, de Pedro Carcuro. Algunos ya lo tenían en cuarteles de invierno, pero volvió en gloria y majestad con sus relatos y comentarios. En la reciente Teletón, de nuevo Mario Kreutzberger mostró su valor en la comunicación sin lectura de tarjetas, lo que le cuesta mucho a la mayoría de los que se supone serían los sucesores, y en saber poner énfasis donde corresponde. Un tercer ejemplo es el “dinosaurio” ( como lo calificó un matutino de Santiago cerca de cerrar su carrera) Antonio Vodanovic. Abre la última jornada de la cruzada solidaria en la Quinta Vergara con un discurso-animación notable. Quizás mejor que en sus mejores tiempos. También sin tarjeta y con un buen dominio de la situación.
Es algo a considerar. En Chile muchas veces se mira en menos al hombre o mujer que ya tiene una arruga y un año más, sobre todo con presencia pública. De los tres – y puede haber muchos más- hay que rescatar el positivo lenguaje verbal y gestual, el correcto uso de las palabras y el desarrollo comunicacional. No hubo aberraciones como en otros de sus “colegas”, que en algún momento de sus trabajos le hemos escuchado decir por ejemplo : el auto se fue por un barranco de 10 metros de profundidad, o en el bus siniestrado iban 35 pasajeros en su interior, o el jugador suplantó a un compañero que estaba lesionado. En fin …hay mucho más. En la improvisación de un discurso pueden existir errores, pero quien tiene más experiencia puede ayudar con el ejemplo a quienes vienen buscando su lugar.
Carcuro con 78 años a cuestas, Kreutsberger con 82 y Vodanovic con 74, demostraron no sólo conocimientos y capacidad, sino vigencia para recuperar el modo de pensar de nuestra sociedad. No sería bueno seguir escuchando: “ya tengo 54 y no me consideran cuando solicito trabajo”. La experiencia es un valor agregado que deberían aprovechar no sólo en la TV sino en todos los centros laborales.
Héctor Alarcón Manzano, Periodista