Desde todo el mundo las personas han expresado su decidido interés en recibir los chips cerebrales de Neuralink, la empresa fundada por el magnate Elon Musk, según un informe publicado por el biógrafo del empresario, Ashlee Vance.
La compañía aún no ha realizado operaciones en seres humanos, pero ya ha recibido miles de solicitudes de voluntarios. Según Vance, Neuralink está buscando a personas con parálisis en sus cuatro extremidades, ya sea por una lesión de la médula espinal o a una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), con el fin de mejorar su calidad de vida con la inserción del dispositivo en sus cabezas.
El objetivo central de Neuralink es lograr la construcción e implementación de artefactos que permitan a los humanos enviar información o mensajes hacia un ordenador o artefacto, con tan solo sus pensamientos.
Hasta ahora, Neuralink ha realizado 155 implantaciones quirúrgicas en los cerebros de animales, como cerdos y monos. La empresa tiene como objetivo realizar cirugías en 11 personas para 2024 y más de 22 mil pacientes para 2030.
Elon Musk ha dicho que Neuralink necesita acelerar sus avances «como si el mundo se estuviera acabando», con tal de no quedarse atrás en la competencia por los implantes cerebrales.
Algunos riesgos potenciales
La FDA, la agencia de control de alimentos y medicamentos de Estados Unidos, otorgó a Neuralink la aprobación para realizar ensayos con humanos a principios de 2023. Sin embargo, la agencia también expresó su preocupación por los potenciales riesgos de los implantes cerebrales, como el sobrecalentamiento del artefacto, los cables que podrían moverse inoportunamente y otras eventualidades comprometedoras.
Algunos expertos han expresado su escepticismo sobre los chips cerebrales de Neuralink. Por ejemplo, el neurocientífico Steven Pinker ha dicho que «es difícil imaginar cómo este tipo de tecnología podría ser segura y efectiva».
Sin embargo, otros expertos creen que los chips cerebrales tienen el potencial de revolucionar la medicina y la tecnología. Por ejemplo, el neurocientífico Miguel Nicolelis ha dicho que «los chips cerebrales podrían permitirnos controlar las máquinas con nuestros pensamientos y curar enfermedades neurológicas».
¿Qué viene para el futuro?
Los chips cerebrales de Neuralink tienen el potencial de cambiar radicalmente la forma en que nos vamos a relacionar con la medicina y cómo interactuamos con el mundo.