Los resultados del estudio, publicados en la revista Plos Biology, revelan que la glucosa puede alterar el movimiento del líquido cefalorraquídeo (LCR), un fluido que rodea al cerebro y la médula espinal. Esto puede provocar una serie de problemas neurológicos, como hidrocefalia, cefaleas y alteraciones en el comportamiento.

Este estudio fue liderado por el doctor Francisco Nualart, de la Facultad de Ciencias Biológicas y del Centro de Microscopía Avanzada (CMA) de la Universidad de Concepción (UdeC), por lo tanto ha descubierto que la glucosa sí tiene un impacto significativo en el funcionamiento cerebral.
«Este hallazgo es importante porque nos ayuda a entender cómo la glucosa puede afectar al cerebro», explica el doctor Nualart. «También podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades relacionadas con la diabetes, como la hidrocefalia gestacional».
Cómo funciona
El estudio encontró que la glucosa estimula la liberación de dos proteínas, la SCO-spondina y la Wnt5a, desde una pequeña glándula llamada «órgano subcomisural» (SCO). Estas proteínas se unen a células ciliadas en las cavidades cerebrales, lo que provoca que el LCR se mueva más lentamente.
En condiciones normales, esta ralentización del movimiento del LCR permite al cerebro detectar la presencia de glucosa. Sin embargo, en personas con diabetes, el exceso de glucosa puede alterar este mecanismo, provocando que el LCR se mueva demasiado lento o incluso se detenga.
Implicaciones clínicas
Los hallazgos del estudio podrían tener importantes implicaciones clínicas. Por ejemplo, podrían ayudar a explicar por qué los bebés nacidos de madres diabéticas tienen un mayor riesgo de desarrollar hidrocefalia.
Además, podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades relacionadas con la diabetes, como la hidrocefalia gestacional y las cefaleas.
Recomendaciones
El doctor Nualart señala que los resultados del estudio son un recordatorio de la importancia de controlar los niveles de glucosa en sangre. «Las personas con diabetes deben trabajar con su médico para mantener sus niveles de glucosa en un rango saludable», afirma.