* Las agencias advierten que el orden civil está empezando a resquebrajarse en Gaza, después de que miles de personas desesperadas asaltaran los almacenes operados por la ONU y otros centros de distribución de ayuda en el enclave, llevándose harina de trigo, artículos de higiene y otros productos básicos de supervivencia.
La agencia que se ocupa de los refugiados palestinos, UNRWA, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) fueron algunas de las organizaciones humanitarias que informaron de los incidentes, que se produjeron tras un angustioso apagón de 24 horas en las comunicaciones y las persistentes dificultades de acceso. Uno de los almacenes asaltados, en Deir al-Balah, es donde la UNRWA almacena los suministros de los convoyes humanitarios procedentes de Egipto. Lo mismo reportó el PMA sobre un almacén que contenía 80 toneladas de productos alimenticios variados, principalmente alimentos enlatados, harina de trigo y aceite de girasol, que se almacenaban allí antes de su distribución a las familias desplazadas.
La gente está asustada y desesperada
«Se trata de una señal preocupante de que el orden civil está empezando a resquebrajarse tras tres semanas de guerra y un férreo asedio a Gaza», declaró el director de Asuntos de la UNRWA en la Franja de Gaza, quien añadió: «La gente está asustada, frustrada y desesperada». Thomas White continuó diciendo que las tensiones y el miedo empeoraron por los cortes en las líneas de comunicación telefónica y de internet. «Sienten que están solos, aislados de sus familias dentro de Gaza y del resto del mundo», afirmó White, quien señaló que el desplazamiento masivo de personas desde el norte de la Franja de Gaza hacia el sur ha ejercido una enorme presión sobre esas comunidades, añadiendo más carga a unos servicios públicos que se desmoronan. Algunas familias recibieron hasta 50 parientes refugiados en un mismo hogar.
«Los suministros en el mercado se están agotando, mientras que la ayuda humanitaria que llega a la Franja de Gaza en camiones desde Egipto es insuficiente. Las necesidades de las comunidades son inmensas, aunque sólo sea para la supervivencia básica, mientras que la ayuda que recibimos es exigua e incoherente», añadió White. Según la agencia, poco más de 80 camiones de ayuda han entrado en Gaza en una semana. El sábado 28 de octubre no hubo convoy debido al corte en las comunicaciones. UNRWA, que es el principal actor para la recepción y almacenamiento de ayuda en la Franja de Gaza, no pudo comunicarse con las diferentes partes para coordinar el paso del convoy.
«El sistema de los convoyes es un fracaso»
«El actual sistema de convoyes está abocado al fracaso», afirmó White, explicando que muy pocos camiones, la lentitud de los procesos, las estrictas inspecciones, los suministros que no se ajustan a los requisitos de la UNRWA y de las demás organizaciones de ayuda, y sobre todo la actual prohibición del combustible, «son todos una receta para un sistema fallido». «Pedimos una línea de flujo regular y constante de suministros humanitarios a la Franja de Gaza para responder a las necesidades, especialmente a medida que crecen las tensiones y frustraciones», concluyó. Mientras tanto, los equipos de UNRWA en Gaza han informado de que se han restablecido los servicios de internet y las conexiones, y volverán a evaluar la situación con el objetivo de reanudar los convoyes y la distribución de ayuda.
El goteo de suministros no es suficiente
El representante y director del PMA en Palestina hizo un llamamiento similar: «Necesitamos una pausa humanitaria para poder llegar a las personas necesitadas con alimentos, agua y artículos de primera necesidad de forma segura y eficaz. Se necesita urgentemente mucho más acceso y que el goteo de suministros se convierta en un flujo». El asalto a los almacenes de suministros en Gaza fue «una señal de que la gente está perdiendo la esperanza y cada minuto está más desesperada. Están hambrientos, aislados y llevan tres semanas sufriendo violencia e inmensa angustia», añadió Samer Abdeljaber.
Sumándose a la preocupación general, el PMA afirmó que la escasez de combustible y la pérdida de conectividad también amenazan con paralizar las operaciones humanitarias. Sin suministros adicionales de combustible, las panaderías que trabajan con el PMA en Gaza ya no están operativas y los transportistas no pueden entregar los alimentos donde se necesitan. La agencia informó de que tiene previsto proporcionar alimentos vitales a más de un millón de personas que pasan hambre en estos momentos y necesita un suministro constante de alimentos con al menos 40 camiones que crucen diariamente a Gaza para poder satisfacer las crecientes demandas. (Agencias).