* «Un país que no impone orden, es un país condenado a estar sometido a estos peligros”, explicó la máxima autoridad judicial peruana, junto con aseverar que se debe ser muy severos contra las organizaciones criminales transnacionales, como el Tren de Aragua», problema que enfrentan ambas naciones sudamericanas.
Javier Arévalo, presidente del Poder Judicial de Perú (PJ), señaló que combatir el crimen organizado, proveniente principalmente de bandas extranjeras, es una preocupación en común entre su país y Chile. Puntualizó que hoy «es una preocupación en común entre Perú, Chile y otros países de la región». En ese sentido, consideró de suma importancia el trabajo conjunto y coordinado entre todos las autoridades de los países que sufren las consecuencias de esta proliferación de mafias organizadas. Durante su participación en Arica, en el encuentro Diplomacia Judicial: Beneficios de la experiencia entre Perú y Chile, Arévalo Vela instó a ser severos contra las organizaciones criminales transnacionales, como el Tren de Aragua, problema que enfrentan ambas naciones sudamericanas.
“Los gobiernos de América, tanto el Perú como Chile, deben asumir una política de total rechazo y lucha contra estas organizaciones criminales”, sostuvo el doctor Arévalo Vela. “No puede haber extranjeros criminales ni en Perú ni en Chile. Si cometen delitos, debemos ser muy severos. Dentro del debido proceso y el respeto a los derechos humanos, debe haber severidad con las bandas organizadas. Un país que no impone orden, es un país condenado a estar sometido a estos peligros”, explicó. El doctor Arévalo Vela, en ese sentido, resaltó la importancia del compromiso político en Latinoamérica, para enfrentar la “delincuencia trasnacional expresada en el tráfico de drogas, la trata de personas, entre otros delitos, así como el total rechazo contra estas organizaciones criminales”.
La cooperación y diplomacia judicial
También, consideró importante la cooperación entre las autoridades chilenas y peruanas y la diplomacia judicial. A su vez, el ministro de la Corte Suprema de Chile, Manuel Valderrama Rebolledo, expresó que “vivimos en un momento globalizado y tenemos problemas acuciosos que debemos responder de manera apropiada con la coordinación y la cooperación judicial internacional. Lo grave es que no se trata de una delincuencia común, sino de mafias bien estructuradas que cuentan con brazos armados, operativos y logísticos en diversas partes del continente; por ello, la lucha de Perú y Chile, así como de los otros países de la región es mucho más complicada “. Arévalo explicó que esta tarea demanda nuevas tecnologías, una adecuada infraestructura, inversión y financiamientos.