Los 25.000 Cuadros de Berlusconi en Riesgo de Destrucción. Nadie los Quiere

«Il Cavaliere», pagó cerca de 20 millones. Se trata de una colección de 25.000 cuadros que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi compró de manera compulsiva en programas de teletienda o a marchantes, corre el riesgo de ser destruida por la carcoma, los incendios y el abandono.

Según el subsecretario de Cultura e historiador del Arte, Vittorio Sgarbi, la colección tiene escaso valor artístico y económico, y solo unas pocas piezas serían de interés.

Los cinco hijos y herederos de Berlusconi no quieren hacerse cargo de la colección, que se encuentra en un hangar de 4.500 metros cuadrados en Arcore, a las afueras de Milán. El alquiler del hangar cuesta 800 mil euros al año, a los que hay que añadir los gastos de gestión.

Entre las obras que se encuentran en el hangar, Sgarbi cita un Tiziano del Museo de Cleveland (EEUU), un cuadro de un pintor cercano a Leonardo de la escuela de Giampietrino y otra interesante obra de Pietro Annigoni, que retrata a la marquesa Casati Stampa, asesinada en 1970 por su celoso marido.

La familia Berlusconi está en una encrucijada, pues pretende salvar las piezas en mejores condiciones, pero desmantelando completamente el almacén, donde los cuadros se hacinan desde hace años.

Si no se toman medidas, la colección podría perderse para siempre.

Detalles de la colección

La colección de Berlusconi incluye pinturas religiosas, de paisajes de ciudades como París, Nápoles y Venecia y de retratos. Las obras fueron compradas por televisión o a marchantes de arte napolitano entre 2018 y 2022.

Según Sgarbi, Berlusconi se gastó hasta 20 millones de euros en la compra de estas obras. El tres veces ex primer ministro italiano tenía la ambición de convertirse en el mayor coleccionista de Italia.

El futuro de la colección

La familia Berlusconi aún no ha decidido qué hacer con la colección. Una posibilidad es donarla a un museo, pero esto requeriría una inversión importante para restaurar las obras.

Otra posibilidad es vender la colección, pero esto podría ser difícil, ya que la mayoría de las obras tienen escaso valor artístico y económico.

Si la colección no se salva, se perderá una parte importante de la historia de Italia.