Europa pide la eliminación de los campos de pasto sintético en un plazo de ocho años

* Las políticas de eliminación de microplásticos -impulsadas desde Bruselas- apuntan ahora al mundo del deporte. El Instituto de Biomecánica (IBV) se acaba de convertir en el único centro español autorizado por FIFA y WORLD RUGBY para homologar campos de pasto sintético, así como superficies de fútbol sala Campo de fútbol de este césped artificial.

La Comisión Europea sigue adelante en su lucha contra los microplásticos, y tras la eliminación de productos como la purpurina, ha puesto su foco en el mundo del deporte. En concreto, según indica en uno de sus últimos textos al respecto, pide la eliminación en un plazo máximo de ocho años de todas las superficies deportivas de césped artificial, fundamental en el desarrollo del deporte base.

La determinación de Bruselas fue anunciada en una de sus últimas comunicaciones, en la que insiste en su trabajo contra estas sustancias. «La Comisión Europea da otro paso importante para proteger el medio ambiente mediante la adopción de medidas que restrinjan los microplásticos añadidos intencionalmente a los productos bajo la legislación química REACH de la UE», inicia el texto, en el que se señala la cruzada contra «una definición amplia de microplásticos». Entre ellas hace referencia a «todas las partículas de polímero sintético por debajo de cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resisten la degradación», definición ejemplificada poco después con varios casos, entre los que menciona «el material de relleno granular utilizado en superficies deportivas artificiales, la mayor fuente de microplásticos intencionales en el medio ambiente».

Selección española de fútbol

La resolución de Bruselas de reducir la contaminación por microplásticos en un 30% para 2030, pone en estado de alerta al deporte europeo, y específicamente al español, pues sólo en el territorio hispano existen más de 10.000 campos de fútbol (según datos de El Confidencial). A ello habría que sumarle el resto de disciplinas que lo utilizan en sus instalaciones, deportes como el pádel o el hockey. Con este anuncio empieza una cuenta atrás con mucho en juego para el deporte no profesional, muy dependiente de este tipo de materiales para hacer accesible el deporte a los más pequeños y a los deportistas amateurs. Desde este momento empieza un nuevo desafío para el deporte base.