Con polvo lunar fundido científicos alemanes proponen crear calles, caminos y pistas de aterrizaje en la Luna

Un equipo de científicos alemanes ha encontrado una posible solución al problema del polvo lunar, que puede resultar un gran peligro para la exploración espacial. Los investigadores demostraron que el polvo lunar podría derretirse usando una lente gigante para crear caminos sólidos y áreas de aterrizaje.

El polvo lunar está compuesto en gran parte de roca volcánica que los impactos cósmicos y la radiación han reducido a polvo durante millones de años. Este polvo es muy suelto y tiene bordes afilados, lo que lo hace peligroso para los astronautas y los vehículos espaciales.

Los científicos utilizaron un rayo láser de 50 mm de diámetro para calentar el polvo lunar a aproximadamente 1.600 °C y fundirlo. Luego, trazaron formas de triángulos flexibles, cada uno de unos 25 cm de ancho, que podrían entrelazarse para crear superficies sólidas.

El proceso es lento, ya que se tarda aproximadamente una hora en producir cada pequeña unidad geométrica. Sin embargo, los investigadores creen que este método sería más rentable que transportar materiales de construcción desde la Tierra.

Para reproducir este enfoque en la Luna, los autores calculan que sería necesario transportar una lente de aproximadamente 2,37 metros cuadrados desde la Tierra para que actuara como concentrador de luz solar en lugar del láser.

Los experimentos futuros deberían analizar qué tan bien dichas losas sobreviven al empuje de los cohetes para ver si podrían encontrar uso en pistas de aterrizaje.
“Se podría pensar: ‘Calles en la Luna, ¿quién las necesita?’”, dijo el profesor Jens Günster, del Instituto Federal de Investigación y Ensayo de Materiales de Berlín y coautor de un informe sobre la posible solución. “Pero en realidad es una especie de demanda compleja (incluso) desde el principio. Es un material muy suelto, no hay atmósfera, la gravedad es débil, por lo que el polvo llega a todas partes. Contamina no sólo sus equipos sino también los de otras naciones. A nadie le gustaría verse cubierto de polvo por otro cohete”, precisó el experto.  

El polvo ha arruinado misiones anteriores, como la nave espacial Surveyor 3 (dañada por el polvo levantado por el aterrizaje del Apolo 12), y superar este desafío es una prioridad para la NASA, que pretende establecer un puesto avanzado lunar permanente. Transportar materiales de construcción a la Luna sería demasiado caro, por lo que se necesitan soluciones no convencionales. “Hay que aprovechar lo que hay allí, que es simplemente polvo suelto”, afirma Günster.  Una forma de evitar que el polvo lunar dañe a los rovers mientras deambulan por la superficie lunar es hacer que conduzcan por rutas pavimentadas en la Luna. Sin embargo, transportar materiales de construcción desde la Tierra es costoso, por lo que los investigadores quieren depender lo más posible de los propios recursos lunares. Y en un nuevo estudio, Ginés-Palomares, ingeniero aeroespacial de la Universidad de Aalen en Alemania y sus colegas experimentaron con un material de grano fino llamado EAC-1A, que la Agencia Espacial desarrolló como sustituto del suelo lunar. Querían ver si la luz solar concentrada podía derretir el polvo lunar y convertirlo en bloques de roca.