A cuatro años del inicio del estallido social, la mayoría de los chilenos cree que sus efectos fueron negativos, porque fomentó la violencia y la polarización, según una encuesta del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
El sondeo, realizado a nivel nacional, también reveló que un 71% de los consultados teme que vuelva a ocurrir otro estallido en el país.
Además, el porcentaje de personas que se manifestó «muy en desacuerdo» con la afirmación de que «los políticos están más conscientes de las urgencias sociales» después del 18-O creció cinco puntos entre 2022 y 2023.
«Hay un llamado de atención profundo al mundo político para que conecte con la ciudadanía, trabaje en resolver esas urgencias y por esa vía descomprima el temor de los ciudadanos de que hechos graves vuelvan a ocurrir», dijo Raúl Figueroa, director ejecutivo del Instituto UNAB de Políticas Públicas.
Para el presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett, «el Estado está en deuda con miles de emprendedores y pymes destruidas post 18 de octubre». En esa misma línea, Swett sostuvo que la violencia y desmanes en diversas zonas del país dejaron un saldo de «17 mil micro y pequeñas empresas cerradas o al borde de la quiebra, han pasado 4 años y aún no se indemniza a los cerca de 17 mil comerciantes que perdieron todo por los saqueos y atentados incendiarios»..