Una familia venezolana de cinco miembros llegó a Chile tras un viaje de 11 días a pie y en autobús por cuatro países. La familia, compuesta por los padres, Darcy Martínez y José Barrera, y sus cuatro hijos: Beycker, de 13 años, Gabriela, de 11, María, de 9, y Sofía, de 7, salió de Táchira, Venezuela, en busca de un futuro mejor.
El viaje fue agotador y peligroso. Siempre temieron por su seguridad. Los miembros de la familia, producto de las adversidades del viaje, perdieron peso. Se adelgazaron. Disminuyeron su volumen hasta 10 kilos. Además estuvieron a merced de las inclemencias del tiempo. Beycker, el hijo mayor, fue hospitalizado en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción por un malestar en las extremidades inferiores. El adolescente manifestó una molestia aguda, aunque sin inflamación ni hematomas visibles por lo que los especialistas del Regional debieron evaluar su cuadro. “El niño decía que le dolían sus pies, las uñas, que no quería caminar, así que lo llevé al hospital. Gracias a Dios una buena atención allá. Luego nos derivaron acá por los especialistas y dicen que los resultados salieron bien. Nos han tratado muy bien”, sostuvo la madre. Agregó que su hija de nueve años fue operada de un soplo al corazón y no ha tenido controles en meses. “Nos dijeron que nos ayudarán acá en Cardiología para poder revisarla también”, detalló Darcy.
A Beycker, de altura por sobre el promedio, sonrisa prominente y conversador, le gusta el fútbol. Se imagina como cadete de algún equipo chileno y deslumbrar. Está muy agradecido por las atenciones recibidas en Chile: “gracias a todos los que me han podido mejorar y me trataron bien. Cuando veníamos viajando hubo gente que nos miraba mal, pero esperamos tener un mejor futuro; que mis papitos trabajen y yo estudiar con mis hermanas. A fin de cuentas, todos somos iguales y somos seres humanos”
Toda la familia recibió atención médica gratuita en el hospital. Se instalaron en un asentamiento precario de Coronel. Los padres buscan trabajo y sus hijos están asistiendo a la escuela.
El jefe del Servicio de Pediatría del hospital, Jaime Tapia, dijo que el caso de la familia es un ejemplo de la necesidad de ayudar a los migrantes, independientemente de su condición legal.
«Este hospital acoge a migrantes e hijos de migrantes, incluso muchos han nacido acá, son chilenos y seguirán llegando migrantes», dijo Tapia. «Es un tema delicado porque muchos desplazados vienen sin sus vacunas, con algunas enfermedades activas, no tiene un control de enfermedades que -en Chile- ya han sido erradicadas. Nos han conmovido mucho como Servicio de Pediatría».
La familia está agradecida por la ayuda que ha recibido en Chile. Beycker, el hijo mayor, dijo que espera poder tener un mejor futuro en su nuevo país.
«Gracias a todos los que me han podido mejorar y me trataron bien», dijo Beycker. «Cuando veníamos viajando hubo gente que nos miraban mal, pero esperamos tener un mejor futuro; que mis papitos trabajen y yo estudiar con mis hermanas. A fin de cuentas, todos somos iguales y somos seres humanos».
En la Unidad de Pediatría del Hospital Guillermo Grant Benavente, continúan recolectando aportes monetarios y ayuda de ropa en buen estado, alimentos no perecibles y útiles de aseo personal para la familia venezolana.
Cualquier tipo de aporte se debe hacer llegar a la secretaría de Pediatría, en el 5to piso del edificio Monoblock.